Un equipo de investigadores del Instituto para la Gestión Integrada de Zonas Costeras (IGIC) del campus de Gandía de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y de las universidades de Lleida (UdL) y del País Vasco (UPV/EHU), ha llevado a cabo diferentes pruebas de campo para medir el estado de salud actual de la cuenca del Júcar. Los trabajos se enmarcan dentro del proyecto de investigación SCARCE, coordinado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IDAEA-CSIC) de Barcelona.
El estudio se centró en las cuencas del Llobregat, Ebro, Guadalquivir y Júcar. Las pruebas desarrolladas por los investigadores perseguían conocer las características de los cauces y su morfología en distintos puntos de la cuenca del Júcar. En las primeras muestras recogidas se analizaron los tipos de sedimentos de los ríos y los cambios que en ellos se producen.
Desde este punto, y en colaboración con investigadores del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la UPV, se estudiará también cómo dichos cambios pueden incidir directamente en la morfología de los ríos y, en consecuencia, en los hábitats acuáticos y en los bosques de ribera. Dichos cambios podrían alterar hábitats de importancia para especies amenazadas, como la loina del Júcar u otras especies acuáticas, que los investigadores del IGIC estudian desde hace años.