El alumbrado público en España consume demasiada energía e ilumina mal, derrocha el dinero de todos y perjudica al medio ambiente. Se estima que entre el 40% y el 60% de la factura eléctrica de los ayuntamientos se destina a iluminación pública. Las farolas inteligentes pueden ser una posible solución, al reducir hasta un 80% el consumo de energía frente a las convencionales. Para ello se basan en varias tecnologías como luces de alta eficiencia o sensores de detección. Además, pueden ofrecer datos urbanos muy valiosos, como niveles de contaminación, temperatura, humedad, coordinarse con cámaras de seguridad, paneles, etc. Su diseño puede ser muy diverso y hasta futurista.
Farolas inteligentes: por qué son necesarias
Las farolas inteligentes pueden reducir hasta un 80% el consumo de energía frente a las convencionales, con el consecuente ahorro económico. Para ello utilizan luminarias más eficientes o sistemas que regulan su intensidad o las apagan si no hay nadie en sus alrededores. Un ejemplo: la localidad navarra de Isaba, de 492 habitantes, sustituía el año pasado todas las farolas de sus calles por otras de tipo inteligente. Su gasto anual en energía para alumbrado público pasará de 24.000 euros a 5.000 euros, según sus responsables.
Las farolas inteligentes ahorran dinero a los ciudadanos y benefician al medio ambienteAdemás de mejorar la economía de los ayuntamientos, y en definitiva de los ciudadanos, el medio ambiente también se beneficia de las farolas inteligentes. Al consumir menos electricidad, reducen la contaminación motivada por el uso de la energía, basada en buena parte en combustibles fósiles y nucleares, así como la emisión de gases de efecto invernadero, implicados en el cambio climático. Como iluminan solo cuando es necesario y de forma direccional, la contaminación lumínica también disminuye.
Las farolas inteligentes pueden ofrecer otros servicios interesantes en las ciudades. Al estar conectadas en red, se pueden utilizar para detectar plazas de aparcamiento libres, controlar el exceso de velocidad, encontrar un lugar donde ha ocurrido un incidente, hacer un seguimiento de discapacitados, personas mayores, amenazadas, enfermos, etc., según Francisco Casado, responsable de Sinergias, una empresa que lidera un proyecto de farolas inteligentes.
Sus defensores también aseguran que suponen un sistema de seguridad añadido. Las farolas inteligentes incrementan su intensidad cuando detectan algún movimiento, y por ello son una especie de alarma lumínica.
Cómo funcionan las farolas inteligentes
Las farolas inteligentes se basan en varias tecnologías. Sus bombillas son de tipo LED, (siglas en inglés para diodos de emisión de luz) que dirigen el haz luminoso con más precisión y pueden durar unos doce años, frente a los tres años de las convencionales. Las LED ahorran dinero porque son más eficientes que las convencionales, al consumir menos energía.
Las farolas inteligentes llevan diversos sistemas de detección. Gracias a ellos, sus responsables pueden decidir que se enciendan cuando la luz natural es inferior a la mínima indicada, o mantenerlas a una intensidad mínima que aumenta cuando pasa algún peatón o vehículo. La firma Luix, creada en 2009 por las empresas ACR Grupo, Tecnalia y Eguzkitan para ofrecer servicios de iluminación inteligente, tiene un vídeo que indica cómo funciona.
Además de los sensores de presencia, pueden incluir otros para conseguir datos interesantes de la zona: temperatura, humedad, vibración, contaminación acústica o de gases contaminantes y de efecto invernadero como dióxido de carbono (CO2), etc.
Las farolas inteligentes están conectadas entre sí por una red similar a Internet, que puede ser inalámbrica o mediante el cable de tensión. Sus responsables obtienen así la información en tiempo real que recogen sus sensores y reprogramarlas cuando sea necesario. De esta manera, pueden saber si se ha fundido una luminaria o si hay que dar más intensidad en una determinada zona. El sistema se puede coordinar con otros elementos de información urbanos, como cámaras, carteles luminosos, altavoces, etc.
Light Blossom: una farola inteligente futurista
Algunas empresas trabajan en prototipos con los últimos adelantos tecnológicos para crear las farolas inteligentes del futuro. Es el caso de Light Blossom, de la multinacional Philips. Su diseño imita a un girasol que se abre de día y se cierra de noche. Además de sensores de movimiento, sus «pétalos» llevan paneles fotovoltaicos y se mueven como un mini aerogenerador para aprovechar la energía solar y eólica, respectivamente. En este vídeo se le puede ver en pleno funcionamiento.