Aunque a partir de ahora llueva «muchísimo», este año no se podrán atender todas las necesidades de agua en ciertas poblaciones, según aseguró hoy el director general del Agua, Jaime Palop. Este año será así, sobre todo en las cuencas del Júcar y del Segura, el tercero consecutivo de sequía, señaló Palop.
A no ser que se registraran «unas precipitaciones absolutamente excepcionales, no se podrán cubrir las necesidades básicas de abastecimiento de ciertas poblaciones y regadíos», indicó el alto cargo del Ministerio de Medio Ambiente, que no obstante confío en que próximamente llueva lo suficiente al menos como para paliar «en parte» el problema de escasez de agua.
El director general del Agua habló sobre ciertas zonas del territorio español para demostrar «la gravedad de la situación». Así, se refirió a problemas en zonas como el País Vasco, en la cuenca norte; en toda la margen izquierda de la cuenca del Ebro; en la cabecera del Tajo, y en las cuencas del Júcar y el Segura. También advirtió de la «preocupante» situación de falta de agua en poblaciones, como Málaga capital, y se refirió asimismo a los problemas de la cuenca del Guadalquivir, con un porcentaje de agua almacenada del 29% del total de su capacidad. A pesar de ello, recordó que la media de agua almacenada en el país es de «normalidad», con un volumen de recurso almacenado de en torno al 45%.
El nuevo año hidrológico se inició «bastante bien» en cuanto a lluvias, pero a finales de noviembre, como viene siendo habitual últimamente, desaparecieron las precipitaciones, «lo que se trata de un fenómeno que parece repetirse por tercer año consecutivo», explicó Palop, que resaltó los problemas de agua en la zona del País Vasco. Asimismo, advirtió de la falta de nieve en los Pirineos, lo que afectará al suministro de agua para regadío. La situación también es «preocupante» en la cabecera del Tajo y las cuencas del Júcar (11% de agua almacenada) y el Segura (10%).
Finalmente, Palop destacó que el Gobierno sigue trabajando «de forma muy intensa» para afrontar los efectos que pudieran derivarse de esta posible nueva sequía y aprovechó para valorar el comportamiento «ejemplar» de la sociedad española en casos de falta de agua, ya que no es la primera sequía que padece el país».