Un inventor australiano, Ian Edmonds, propone un sistema para lograr energía mediante generadores accionados por globos calentados con la luz solar. Su responsable cuenta además con una treintena de patentes que tratan de aprovechar las energías renovables de formas muy curiosas. Aunque sean más o menos plausibles, las ideas originales y atrevidas son el fundamento de la innovación y el desarrollo tecnológico. La ciencia amateur también existe, y es necesaria.
La originalidad del «invento» consiste en darle un nuevo enfoque a la tecnología de «torre solar». En este tipo de instalaciones, el aire es calentado en un gran colector solar, una estructura similar a un invernadero, ubicado alrededor de la base de una chimenea de gran altura. La fuerza de convección resultante provoca que el aire caliente escape por la torre, moviendo unas turbinas que generan electricidad. Su ejemplo más destacado fue un prototipo construido en España en 1982, en concreto en Manzanares (Ciudad Real). Esta planta piloto poseía una chimenea de 195 metros de altura y 10 metros de diámetro, y un invernadero de 244 metros de diámetro, con los que logró generar un máximo de 50 kilovatios (kW), una energía suficiente para diez hogares. Tras ocho años de funcionamiento, la corrosión y una tormenta acabaron con la torre, y la planta se cerró finalmente.
Una planta con 400 globos podría generar 1.600 MWUno de los factores clave de estas instalaciones es la altura de las torres. Su eficiencia es proporcional a la altura de la torre y, por ello, se han propuesto posteriormente instalaciones con torres de 500 metros o superiores, aunque las pruebas han demostrado que hoy en día no son competitivas.
Para ganar altura, Ian Edmonds propone sustituir la torre por un «globo solar», similar a uno convencional, sólo que consigue elevarse gracias únicamente a la radiación solar. Para ello se basa en un plástico de polietileno ultraligero y de color negro, de manera que absorbe más el calor del sol. Edmonds explica que la idea sería similar a un motor de dos tiempos. El globo se calentaría con la energía procedente del colector solar, y se elevaría a una altura de 3.000 metros. El globo llevaría un cabo atado a un generador, que accionaría a medida que fuera elevándose. Al llegar a su cénit, se liberaría parte del calor para que fuera descendiendo, lo que volvería a mover el generador.
El tamaño sí importa
Según los cálculos de este inventor australiano, una planta igual que la de Manzanares podría tener con estos globos un potencial 15 veces mayor. Las dimensiones del globo también son un dato importante: con 180 metros de diámetro se podrían generar 4 megavatios (MW), pero si el tamaño es el doble, la energía se multiplicaría por diez. Así, asegura Edmonds, una planta con 400 globos de dicho tamaño podría generar 1.600 MW.
Por todo ello, el coste sería mucho más competitivo que el de las torres solares «convencionales». Así, afirma que una de sus instalaciones podría generar 50 kW con un coste de 9 dólares/vatio, y 500 kW por 4 dólares/vatio, similares a los costes que se barajan hoy día en las instalaciones eólicas y fotovoltaicas, y mucho menores que los de la planta de Manzanares (20 dólares/vatio).
Con un globo de 180 metros de diámetro se podrían generar 4 MW, pero si el tamaño es el doble, la energía se multiplicaría por diezEn cualquier caso, para que su sistema se desarrollase progresivamente y reducir los riesgos financieros, propone trabajar a escalas más pequeñas. En concreto, considera que podría equipararse a la energía eólica, la renovable más asentada, y así, sostiene que se podría crear una granja de 100 globos para generar 100 MW. Además, sería un complemento a dicho sistema eólico, ya que los globos podrían funcionar en zonas secas de interior, normalmente sin viento.
Además de en estas plantas de torre, Edmonds sugiere que su sistema de globos podría utilizarse en otras instalaciones que generan calor, como las centrales geotérmicas, lo que les permitiría incrementar su producción de energía.
Edmonds asegura haber contactado con dos empresas de globos solares que han ofrecido su apoyo al proyecto. No obstante, subraya que sólo pretende moverse en el plano teórico, por lo que si alguna empresa está interesada en llevar a la práctica su idea, cedería los derechos de patente a cambio de una cantidad que le sirva para continuar con su trabajo. Asimismo, su idea ha llamado la atención de diversas revistas especializadas internacionales.
El sistema de globos solares no es el único invento de Edmonds. De hecho, cuenta con una treintena de patentes y algunas propuestas también muy curiosas. Por ejemplo, asegura que la sequía que afecta al sur de su país podría combatirse trasladando el excedente de agua del norte en grandes bolsas de plástico reforzado, que se desplazarían gracias a las corrientes oceánicas de la costa este.
Asimismo, ha creado una empresa, Solartran, especializada en la creación de productos que utilizan energías renovables para el sector de la construcción. En este sentido, ha desarrollado diversos sistemas, como un calentador de agua con energía solar, o unos paneles para ventanas que incrementan la luz en el interior de una habitación, de manera que se reduce la cantidad de luz eléctrica necesaria. Por este último sistema, al que ha denominado “panal canal”, ganaba el concurso “Nuevos inventores” de la televisión de su país ABC.