Un equipo de investigadores de la organización Conservation International y del Museo de Historia Natural del Instituto Smithsonian ha descubierto en el mar Caribe un nuevo mundo marino que está amenazado por las actividades petroleras que se llevan a cabo en la zona. Estos expertos aseguran haber confirmado en el atolón de Saba Bank la existencia de la más rica diversidad marina de que se tenga registro en el Caribe.
Este atolón se encuentra a unos 250 kilómetros al sudeste de Puerto Rico, en las islas holandesas de Barlovento. En la expedición participaron 13 científicos que viajaron en tres naves especialmente preparadas, las cuales contaron con la ayuda de pescadores de la zona. En Saba Bank hallaron nuevas especies de peces, algas y otro tipo de vida marina desconocida hasta ahora. «Descubríamos nuevas especies cada día», señala Michael Smith, director de la Iniciativa para la Biodiversidad del Caribe.
Sin embargo, la riqueza de ese mundo submarino está bajo la amenaza de actividades petroleras que también han puesto en peligro la economía de los habitantes de la región. Smith explica que en la vecina isla de San Eustacio se realizan faenas de trasvase de petróleo a barcos de menor calado, debido a que los más grandes no pueden atracar en los puertos de algunos países del Caribe.
«Los frágiles ecosistemas del atolón se ven afectados por esas tareas, por las anclas y por las cadenas de las naves», apunta el experto. «Alrededor de 1.500 personas viven en la cercana isla de Saba, principalmente de la actividad que realizan en el atolón, y éste corre el peligro de ser destruido», advierte.
Ante esta situación, Conservation International ha pedido a la Organización Marítima Internacional que declare al atolón Área Marina Particularmente Delicada, con lo que se convertiría en una zona ambientalmente protegida.