Los helados son uno de los alimentos estrella del verano. Producidos con leche, nata, huevos y frutas, su calidad, sabor y acabado dependerán de sus ingredientes y de cómo se elaboren. La agricultura y la ganadería ecológicas garantizan una producción de calidad respetuosa para el medio ambiente y la salud. Los helados ecológicos utilizan este tipo de ingredientes y trasladan así a sus consumidores todas sus virtudes. Este artículo indica qué son los helados ecológicos y cómo identificarlos, algunas de sus principales marcas y dónde conseguirlas.
Helados ecológicos: qué son y cómo identificarlos
Los helados ecológicos utilizan ingredientes naturales y de forma respetuosa con el medio ambiente y la salud. Un criterio de compra más fiable que el que ponga «ecológico» en su etiqueta o en la tienda es mediante los certificados oficiales a nivel local, regional o nacional que les diferencian de los convencionales.
En el mercado se pueden encontrar diversos fabricantes y marcas de helados ecológicosLa Unión Europea (UE) creó el certificado ecológico europeo para ayudar a los consumidores a elegir este tipo de productos elaborados en los Estados miembros. Su logotipo, denominado «eurohoja», es una etiqueta verde con las estrellas blancas de la UE, repartidas en forma de hoja de árbol.
Los principales países fabricantes de productos ecológicos tienen su certificado nacional, como el «AB – Agricultura Ecológica» de Francia, el «Eko» de Holanda o el «Bioagricert» de Italia. Algunas comunidades autónomas también tienen su propio sello, como la ecoetiqueta del Consejo Catalán de Producción Agraria Ecológica (CCPAE) o la del Consejo de Agricultura y Alimentación Ecológica de Euskadi (ENEEK).
Los productos con sello ecológico tienen que cumplir la legislación comunitaria de seguridad alimentaria y, además, los criterios de la producción ecológica. La legislación europea sobre agricultura y ganadería ecológicas tiene estrictas normas de producción para garantizar la ausencia de pesticidas de origen no natural, antibióticos, cloro, plomo y otros elementos químicos ajenos al desarrollo natural y perjudiciales para el consumo humano.
Además de su contenido, el continente del helado también puede ser más sostenible con el medio ambiente: las tarrinas o los papeles que los envuelven pueden estar certificados con el sello FSC. En este caso, se garantiza que han sido elaborados con materiales forestales obtenidos con criterios ambientales y sociales.
Uno de los principales desafíos de los helados ecológicos, como el del resto de productos de este tipo, es el precio: los consumidores tienen que pagar entre un 10% y un 30% más que los convencionales. Los defensores de estos productos aseguran que merece la pena, porque se toma un helado de alta calidad, saludable y de gran sabor, que además respeta el medio ambiente y las condiciones de trabajo de sus productores. Juana Labrador, profesora de la Universidad de Extremadura y experta en agricultura ecológica, explica que esta diferencia se debe a las necesidades ecológicas, ya que evita pesticidas, herbicidas y fertilizantes químicos de síntesis y cualquier transacción debe beneficiar a toda la cadena alimentaria.
Marcas de helados ecológicos y dónde conseguirlas
En el mercado se pueden encontrar diversos fabricantes y marcas de helados ecológicos:
- Ben&Jerrys: son los helados ecológicos más conocidos e internacionales. Creados por dos amigos, Ben Cohen y Jerry Greenfield en 1978 en Burlington, Vermont (EE.UU.), en la actualidad se pueden hallar en gran cantidad de ciudades, establecimientos hosteleros y supermercados. Sus responsables utilizan productos ecológicos, de comercio justo y buscan fórmulas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, implicadas en el cambio climático, que sus tarrinas sean de materiales reciclados o que se fabriquen con energías renovables.
- The Bio Factory: ubicados en A Coruña, elaboran helados ecológicos certificados por el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia (CRAEGA). Producen desde helados para veganos hasta las especialidades más habituales sin gluten. En la actualidad se pueden comprar en gran cantidad de puntos de venta en toda España.
- Bodevici: sus impulsores, Jordi Rivera y Francisco García, abrieron en 2010 en Barcelona dos heladerías y tres años más tarde otra en Madrid. Al emplear materiales ecológicos no dan sensación de sed, aseguran, y son más ligeros. Además utilizan productos locales y las cucharas y vasos son biodegradables.
- Gildo Racheli: este fabricante italiano produce desde 1997 helados ecológicos con el sello Démeter, así como helados de comercio justo. Diversas tiendas ecológicas los tienen en nuestro país.
- Biotrap: esta empresa, especializada en la venta de fruta ecológica en toda España, comercializa desde el año pasado helados y sorbetes ecológicos. Cuentan con el sello de certificación ecológico CAAE, se elaboran de forma artesanal y se envasan a mano.
- Naturattiva: según estos fabricantes italianos, sus helados ecológicos conjugan el respeto a la tradición y el sabor «de verdad» y los ingredientes de la agricultura ecológica. En nuestro país están en varias tiendas de comercio ecológico de Madrid y Barcelona.
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