Inspectores de la Procuraduría de Protección del Ambiente (Profepa) de México incautaron ayer algo más de medio centenar de pieles de pangolín -un extraño oso hormiguero asiático en peligro de extinción- en el aeropuerto de la capital mexicana.
Las pieles, que se utilizan para la confección de botas, bolsas, carteras y otros productos, llegaron a México a bordo de un vuelo de Air France procedente de Singapur y fueron encontradas ocultas entre otras 1.500 pieles de varano, una especie de reptil.
El pangolín es un pequeño mamífero de color gris claro y sin pelo del orden de los desdentados. Se alimenta de hormigas y termitas, y su cuerpo está cubierto de escamas duras y puntiagudas.
Este animal se encuentra en la lista de especies amenazadas que podrían desaparecer si su comercio no se regula de forma adecuada.