Varias organizaciones internacionales se reunieron ayer en Bali, con motivo de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se celebra estos días en la isla indonesia, para estudiar fórmulas para que África pueda beneficiarse de los proyectos destinados a frenar el calentamiento de la Tierra.
El objetivo es que los países africanos puedan optar a más proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio (CDM) establecido en el Protocolo de Kioto, que hasta ahora apenas han llegado al continente. Estas iniciativas permiten a los países desarrollados obtener certificados de reducción de emisiones, canjeables en el mercado internacional del carbono.
Yvo de Boer, secretario de la Conferencia, afirmó que hay 850 proyectos de CDM en 49 países en vías de desarrollo, pero tan sólo 23 en África. «Ha llegado la hora de que los beneficios de este mecanismo se extiendan a África», apuntó.
Se estima que, actualmente, una tonelada de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) tiene un valor en el mercado internacional de entre cinco y diez dólares y, según el Banco Mundial, el volumen de este mercado ha pasado de 1.000 millones de dólares en el año 2004 a 11.000 millones en 2005, y más de 30.000 millones en 2006.