Para erradicar la pobreza no es necesario aumentar la presión sobre los recursos naturales del planeta. Es la principal conclusión del informe «Un espacio seguro y justo para la humanidad: ¿podemos vivir dentro del donut?», publicado por Oxfam, Intermón Oxfam en España, con el objetivo de «contribuir al debate público que se desarrollará en la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) en el mes de junio».
El informe propone una nueva forma de desarrollo económico dentro de los límites sociales y medioambientales. Los documentos de reflexión de Oxfam «tienen como objetivo incentivar el debate público, pero no reflejan la política de Oxfam», precisa la organización.
La autora del informe, Kate Raworth, defiende que es necesario hacer frente a la pobreza y la degradación medioambiental de forma conjunta, ya que los principales límites funcionales -los límites sociales (como el hambre, la desigualdad y la falta de salud) y los límites planetarios o medioambientales (como el cambio climático o la perdida de la biodiversidad)- «están intrínsecamente unidos». Raworth también afirma que «desde una perspectiva general, vemos que es posible acabar con la pobreza relacionada con la falta de alimentos, energía e ingresos sin causar prácticamente ningún impacto en nuestros límites planetarios. Cualquier planteamiento sobre el desarrollo sostenible debe tener en cuenta que erradicar la pobreza y la injusticia social está estrechamente ligado a la estabilidad y renovación ecológica».
Límites sociales
Intermón Oxfam explica que El Stockholm Resilience Centre desarrolló por primera vez el concepto de los nueve límites planetarios, por encima de los cuales solo cabe una inaceptable degradación medioambiental. A estos límites, Raworth ha añadido el concepto de límites sociales, «por debajo de los cuales solo quedan inaceptables formas de privación humana». Unidos, estos límites conforman un espacio, en forma de «donut», medioambientalmente seguro y socialmente justo donde la humanidad puede prosperar. Este concepto visual comprende las prioridades sociales, medioambientales y económicas que sustentan un desarrollo sostenible e inclusivo.
Los datos recogidos en el informe indican que se está muy lejos del «donut». Raworth estima que la humanidad está muy por debajo de la base social en al menos ocho de los 11 límites sociales. Casi 900 millones de personas padecen hambre, 1.400 millones viven con menos de 1,25 dólares al día y 2.700 millones no tienen acceso a un espacio higiénico donde cocinar. Además, se calcula que ya se ha sobrepasado peligrosamente el techo medioambiental en tres de los nueve límites planetarios: el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y el consumo del nitrógeno.
El documento de Raworth muestra que para acabar con la pobreza no es necesario aumentar la presión sobre los recursos naturales. Así, estima que en materia alimenticia, proporcionar el aporte calórico adicional que necesita el 13% de la población mundial que padece hambre sólo requeriría el 1% de la producción mundial actual de alimentos.
También señala que sería posible llevar electricidad al 19% de la población mundial que actualmente carece de ella con un aumento de las emisiones mundiales de CO2 inferior al 1%, y que acabar con la pobreza de ingresos del 21% de la población mundial que vive con menos de 1,25 dólares al día requeriría sólo el 0,2% de los ingresos mundiales.