La revista «Geology» publica el descubrimiento, bajo una mina de carbón de Illinois (EE.UU.), del primer bosque tropical fosilizado con una extensión de unas 10.000 hectáreas. Los responsables de este hallazgo son investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) capitaneados por el profesor Howard Falcon-Lang.
El bosque data de hace 300 millones de años, cuando se formaron la mayoría de los recursos de carbón del planeta. Está constituido por una mezcla de plantas ya extinguidas en la que abundan las licofitas arbóreas de hasta 40 metros de altura, que se alzan por encima de una cubierta de árboles de helecho, entremezclados con arbustos y plantas de cola de caballo del tamaño de árboles.
El bosque fosilizado se conservó gracias a un gran terremoto. El temblor hizo que toda la región cayera por debajo del nivel del mar, mientras que el bosque quedaba enterrado en el fango, conservándose para siempre. El área fosilizada cubre una superficie de unas 10.000 hectáreas, un área de 10 por 10 kilómetros que podría cubrir la ciudad de Bristol.
Howard Falcon-Lang afirma que este hallazgo «permite analizar cómo las especies que constituían el bosque cambiaban a lo largo del territorio y cómo dicha constitución se veía alterada por diferencias sutiles en el medio ambiente local».