La caza de ballenas minke volverá a ser una práctica autorizada en Islandia, cuyo Gobierno ha anunciado que permitirá la captura de 40 ejemplares de esta especie con fines comerciales. Termina así la suspensión temporal de este tipo de caza.
Esta decisión ha llegado después de varias semanas de retraso, debido a desacuerdos en el seno del Gobierno. Así, la ministra de Relaciones Exteriores, Ingibjorg Solrun, había rechazado reiniciar la caza de ballenas junto a otros miembros del Ejecutivo islandés. «El ministro de Pesca tiene la atribución constitucional para emitir esas regulaciones, por lo que no tiene que preguntar al Gobierno», aseguró la ministra. «Como ministra de Relaciones Exteriores, creo que se están sacrificando intereses a largo plazo por ganancias a corto plazo, a pesar de que la cuota de ballenas que se ha permitido cazar es menor que en años anteriores», agregó.
«Esperamos cubrir la cuota de 40 ballenas a comienzos de julio si el mercado responde bien a la carne, como creemos que ocurrirá», afirmó, por su parte, Gunnar Bergmann Jonsson, director de la asociación de cazadores de ballenas minke. «Actualmente existen alrededor de 50.000 ballenas en las aguas que rodean a Islandia», agregó Jonsson.
La decisión ha provocado el malestar de los ecologistas, que sostienen que la observación de ballenas es igual o más lucrativa que la caza de estos animales. «Pedimos con urgencia que el Gobierno de Islandia rectifique su decisión», apuntó Robbie Marsland, miembro de la Fundación Internacional por el Bienestar de los Animales (IFAW, sus siglas en inglés).