Por más agua que se envíe a las Tablas de Daimiel, este ecosistema se puede considerar casi extinto. Así lo señala el catedrático de Ecología de la Universidad de Alcalá José María Rey Benayas. Este experto es el primer autor de una investigación, publicada en la revista Science, que concluía que los niveles que se alcanzan en la restauración de la biodiversidad de un ecosistema degradado son inferiores al estado natural anterior. Rey, presidente del Patronato de la Fundación Internacional para la Restauración de los Ecosistemas señala que en los últimos años han aumentado las actuaciones de recuperación de espacios degradados, pero todavía se requieren mayores esfuerzos. “El bienestar de los humanos depende de la biodiversidad y los ecosistemas”, recuerda este investigador.
“Se puede restaurar casi cualquier tipo de ecosistema degradado, pero en ocasiones no compensa”
Más que imposible, con frecuencia es muy difícil. Con una intervención muy importante y mucho tiempo, se puede restaurar casi cualquier tipo de ecosistema degradado. Pero en ocasiones no compensa, depende del esfuerzo que se requiera para obtener el resultado.
Sí, un ecosistema muy degradado también se puede considerar extinto. Las Tablas de Daimiel, a efectos de ecosistema natural, está casi extinto.
“Las Tablas de Daimiel, a efectos de ecosistema natural, está casi extinto”Se recuperará de forma parcial. Con la llegada del agua, y si se mantiene, lo más probable es que se recupere la avifauna. Pero todas las plantas y bacterias adaptadas a este ecosistema de agua bastante salada en ambiente seco quizá no se recuperen.
Dar una cifra exacta es difícil, pero más de las tres cuartas partes de la superficie libre de hielo del planeta está afectada por los humanos y en algunas zonas los ecosistemas naturales han desaparecido o están muy degradados. Pero insisto, depende de qué se entienda por restauración. Si se quiere recuperar todas las características perdidas de los ecosistemas originales es imposible, porque los seres humanos necesitamos utilizarlos. Pero hay un gran margen de maniobra. El quid de la cuestión es conciliar la explotación de los ecosistemas para nuestra subsistencia, y su conservación y restauración para que puedan proporcionarnos los servicios que necesitamos.
“El consumo va más allá del precio del artículo adquirido, hay que pensar en su impacto en los ecosistemas”La explotación y uso inadecuado de los ecosistemas por parte de los seres humanos. La naturaleza tiene un nivel de tolerancia donde se afecta a la biodiversidad poco o nada. El problema es cuando se sobrepasan estos límites.
Intentar ser conscientes de que el consumo no cuesta sólo el precio del artículo adquirido, sino que va más allá y tiene un impacto importante en los ecosistemas. Por ello, se debe consumir sólo lo necesario, no ser derrochadores. Es una de las tres erres, la reducción. Las otras dos son reutilizar y reciclar los elementos que consumimos. Debemos ser selectivos y adquirir los productos fabricados de manera más sostenible, con el menor impacto. Es preferible consumir alimentos de agricultura ecológica aunque son más caros. Sin valorar su sabor y sus efectos en la salud, merecen la pena porque se producen de manera sostenible.
Como ciudadanos, debemos apoyar a las organizaciones que se dedican a restaurar ecosistemas. La sociedad ornitológica británica tiene más de un millón de socios, una base que le permite recuperar los hábitats de las aves. En la organización ornitológica similar en España, somos 10.000 socios.
“Todavía se degradan más ecosistemas de los que se restauran”En términos absolutos no, porque todavía queda mucho por hacer y todavía se degradan más ecosistemas de los que se restauran. Pero seamos optimistas, es cierto que se hacen más esfuerzos que hace unas décadas. Hay una legislación más moderna y más concienciación.
España es un país desarrollado en el que hay más bosques que hace unas decenas de años, gracias al abandono de la agricultura y ganadería extensiva. Se hace un esfuerzo de restauración, en el que participan la comunidad científica o las asociaciones ecologistas; hay programas de restauración importantes, como el programa de plantación de árboles del Gobierno… Pero todavía caben más esfuerzos de recuperación de ecosistemas.
“Nuestra continuidad en el planeta no sería posible sin las otras formas de vida”De ella dependen en gran medida los servicios que nos prestan los ecosistemas, que es lo mismo que decir nuestro bienestar. Nuestra continuidad en el planeta no sería posible sin las otras formas de vida. La producción de alimentos, de fibras y otros materiales útiles en nuestra vida cotidiana, la polinización, la depuración del agua, la formación y fertilidad del suelo, etc. dependen de la biodiversidad.
Es muy difícil que se cumplan estos objetivos. Los países con mayor biodiversidad tienen pocos recursos económicos y un gran aumento demográfico: los ecosistemas se degradan mucho y la pérdida de biodiversidad continúa.
“Es muy difícil que se cumplan los objetivos de este Año Internacional de la Biodiversidad”Una vez más, la respuesta depende de lo que se entienda por restauración. Si se concibe como la recuperación de las características originales de un ecosistema de una forma ortodoxa, se deben imitar los procesos de ecosistemas de referencia no alterados por los humanos. Si se entiende como la recuperación de una parte de estos servicios, de una forma sesgada por unos intereses concretos de quien decide la restauración, habrá que centrarse en mejorar esos servicios en pparticular. En un río degradado, se puede perseguir recuperar sólo los valores estéticos de esa ribera para disfrute de los humanos. Pero esa recuperación es inferior al conjunto de servicios y valores que tendría ese río restaurado de una forma completa.
Puede ser muy variable porque hay una gran cantidad de factores que influyen: la extensión de los ecosistemas, el nivel de degradación inicial, el costo de las técnicas necesarias, etc. No obstante, hay una forma muy barata, denominada restauración pasiva, que consiste en eliminar el factor de degradación. Una vegetación natural sustituida por cultivos evolucionará a su estado anterior de forma gratuita o muy barata si desaparecen los elementos que la degradaban, como el uso de tractores, etc.
“Se restauran más ecosistemas muy degradados, que antes se consideraba imposible de recuperar”Es un campo en auge y hay una gama muy variada. Algunas son muy intensivas, como la remodelación de la topografía, utilizada en áreas de minería. Otras formas consisten en hundir en el mar arrecifes artificiales, constituidos sobre todo por bloques de cemento que, diseñados de forma adecuada, permiten refugiarse a los organismos acuáticos. Hay muchas técnicas relacionadas con la plantación de vegetación. Se restauran más ecosistemas muy degradados, que antes se consideraba imposible o muy difíciles de recuperar, como las zonas de extracción minera o zonas áridas, desérticas.
Puede tener consecuencias negativas importantes. Las zonas deforestadas que se han reforestado con especies no nativas han supuesto una serie de perjuicios. Hay muchas investigaciones que demuestran que las reforestaciones con eucaliptos en zonas donde no son autóctonos han disminuido el caudal de los ríos y el agua disponible para los humanos. Muchas especies de pinos autóctonas en España favorecen la propagación del fuego. Una reforestación homogénea y extensiva con estos árboles puede provocar la desagradable sorpresa de un enorme incendio.
“Muchas especies de pinos autóctonas en España favorecen la propagación del fuego”Habría que analizar la escala y los objetivos concretos, si se desarrolla en el ámbito europeo o se centra en un paraje natural de un municipio. El programa debe estar dirigido por un experto con conocimientos científicos sólidos en la materia, contar con un consenso de los actores implicados (políticos, propietarios, usuarios) y con una dotación presupuestaria no sólo para ponerlo en marcha, sino para realizar un seguimiento posterior de las actuaciones durante un tiempo y comprobar si se alcanzan los objetivos propuestos. Un proyecto de restauración con un plazo de tres a cinco años permite muchos logros; otra cuestión es el proceso de recuperación natural per se, que puede durar decenas o centenas de años.
Es una asignatura pendiente, pero hay que insistir en ello. La restauración puede fracasar si no se da tiempo para corregir posibles desvíos.
“La restauración puede fracasar si no se da tiempo para poder corregir posibles desvíos”España tiene expertos suficientes y una comunidad científica especializada notable y de reputación internacional. Es uno de los dos países del mundo que cuenta con un Máster en restauración de ecosistemas impartido en español, coordinado por la Universidad de Alcalá, y que dirijo.
Es una disciplina joven, de unos veinte años, pero hay suficiente base científica. Otra cuestión es que siempre se puede conocer más, innovar y mejorar las técnicas de restauración. Pero los límites no están en los conocimientos, que están asentados, sino en que se apueste de manera firme por poner en marcha y ejecutar programas de restauración.