La peor sequía registrada en Kenia en 26 años ha llevado a los responsables medioambientales del país africano a diseñar un plan para capturar y trasladar a cerca de 7.000 cebras y ñúes al Parque Nacional de Amboseli para alimentar a los leones y hienas, cuyas poblaciones se han visto muy afectadas por esta escasez de agua.
La campaña, organizada por el Servicio de Vida Salvaje de Kenia (KWS), se desarrollará entre marzo y junio en este parque y en otros situados en el sur de Kenia Amboseli es un refugio para las especies durante la estación seca. De hecho, miles de ejemplares herbívoros se desplazan hasta aquí cuando cesan las lluvias. La severa sequía del año pasado derivó en una sobrexplotación de los pastos y se cree que el 60% de las cebras y los ñúes murieron. Por ello, ahora el equilibrio entre depredadores y presas se ve comprometido.
Estas dos especies son las presas preferidas de leones y hienas, animales que ahora atacan el ganado de las comunidades que habitan en las inmediaciones de la zona. Con la sequía, los pastores han perdido más del 80% de sus cabezas de ganado. Personal del KWS ha organizado 18 reuniones con habitantes de la zona para detallarles sus planes. La agencia pretende además tomar medidas para proteger y fomentar el sector ganadero.
Las autoridades kenianas temen que la muerte de los leones y las disputas sobre las campañas medioambientales puedan afectar de manera negativa al turismo, que es una de las principales fuentes de ingresos del país. Esta campaña se incluye en una estrategia más amplia ideada por el KWS para la conservación de las poblaciones de leones, guepardos, hienas manchadas y rayadas y perros salvajes africanos. Más adelante se lanzará otra campaña centrada en el leopardo.