La alerta por contaminación en las ciudades de Madrid y Barcelona se mantendrá al menos hasta este fin de semana, ya que el buen tiempo, con ausencia de precipitaciones y altas temperaturas para esta época del año, impide que se disperse la polución. Los meteorólogos anuncian que habrá que esperar al viernes para que la situación atmosférica comience a cambiar con la llegada de un frente y los habitantes de las grandes urbes puedan respirar aire más limpio. También los alérgicos y los pacientes con enfermedades respiratorias, vasculares y cardiacas notarán cómo mejoran sus síntomas.
Mientras tanto, ni las peticiones de las autoridades para dejar el coche en casa o las limitaciones de velocidad para reducir las emisiones han hecho efecto. El dióxido de nitrógeno procedente en un 90% tráfico teñía el cielo de Madrid y dejaba a Barcelona bajo una niebla, conocida también como «smog», que impedía desde los barrios más altos vislumbrar el mar.
Todo ello es consecuencia de una situación atmosférica «bastante típica de invierno», según explicó el responsable de comunicación de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Ángel Rivera. Se da en los meses de diciembre y enero, «pero también en febrero, como ya ocurrió en 1990, 1993 o 2000, cuando prácticamente no llovió o lo hizo muy poco por la persistencia del anticiclón». Las altas presiones forman «una tapadera y crean una inversión térmica, en la que el aire frío se queda en capas bajas», según el meteorólogo. Al estar más caliente la capa superior, la que tiene más bajas temperaturas y en la que se mezclan todas las emisiones «no puede ascender y en ella se forma esa especie de boina negra», indicó.
Rivera cree que la situación continuará hasta el fin de semana, «por lo menos hasta el viernes». «Pero será el sábado o el domingo cuando quizás un frente atlántico, que aunque no entre muy de lleno en la Península, hará que haya movimientos verticales del aire y algo de viento, aunque poco, lo que destruirá la inversión térmica y hará que comience la ventilación», detalló. Hasta entonces, este fenómeno de inversión térmica afectará a las regiones del centro y el este, mientras que será menor en el oeste, sobre todo, en Galicia, Portugal y parte de Andalucía. Sólo será un problema en función «de lo que se emita desde abajo», agregó el responsable de comunicación de la AEMET.