La búsqueda de petróleo y gas en la región occidental de la cuenca amazónica amenaza la biodiversidad de la zona y la supervivencia de los pueblos indígenas que allí viven, según un estudio publicado en la revista «PLoSONE» en su edición digital.
La investigación, realizada por dos ONG estadounidenses y científicos de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, advierte de que esa zona, donde se encuentran la mayor biodiversidad y las selvas más extensas del planeta, podría estar cubierta por plataformas petroleras y gaseoductos en un breve periodo de tiempo.
De hecho, ya hay 180 bloques de exploración petrolera y de gas en la región. Estos bloques cubren una superficie de 688.000 kilómetros cuadrados en territorios que pertenecen a Colombia, Ecuador, Perú y Brasil. «Descubrimos que los bloques de gas y petróleo se sobreponen perfectamente con las zonas de mayor biodiversidad para pájaros, mamíferos y anfibios del Amazonas», afirma Clinton Jenkins, de la Universidad de Duke.
Ni siquiera los parques nacionales, como el de Yasuní, en Ecuador, y el de Madidi, en Bolivia, se salvan de la exploración de hidrocarburos. La región amazónica peruana es la que más preocupa. Allí, 64 bloques de petróleo y gas natural cubren aproximadamente el 72% de la región, que es de unos 490.000 kilómetros cuadrados.
Indígenas en peligro
Muchos de esos bloques de exploración amenazan los territorios de pueblos indígenas que viven totalmente aislados de la civilización y son susceptibles a enfermedades externas para las que carecen de resistencia inmunológica natural.
El desarrollo petrolero en el Amazonas occidental es «una flagrante violación de los derechos de los pueblos indígenas», denuncia Brian Keane, del grupo ecologista «Land is Life».
Keane advierte de que los acuerdos internacionales reconocen que los pueblos indígenas tienen los derechos sobre sus tierras y «explícitamente prohíben entregar concesiones para la explotación de recursos naturales en sus territorios sin su consentimiento libre, anterior e informado».