La caza furtiva de rinocerontes en Sudáfrica aumentó el pasado año hasta alcanzar un nuevo récord, con 443 animales abatidos frente a los 333 del año anterior, debido, sobre todo, a la demanda de cuernos en Asia.
Desde hace siglos, en el continente asiático se cree que los cuernos de rinoceronte tienen propiedades medicinales que pueden servir para curar el reuma, gota, fiebres altas o, incluso, posesiones demoníacas. Además, en los últimos años se le atribuye la capacidad de curar el cáncer o servir como afrodisiaco.
Sudáfrica acoge a más de 20.000 rinocerontes en sus tierras, lo que supone más del 90% de estos animales en África. Hace tan solo 10 años, la cifra de muertes de rinocerontes por caza furtiva era de 15 animales al año, pero este dato comenzó a crecer dramáticamente a partir de 2007, principalmente por las peticiones de Vietnam y Tailandia. El valor de un cuerno de rinoceronte puede alcanzar los 65.000 dólares (50.220 euros) por kilogramo, un precio que en el mercado negro es superior al oro o, en muchos casos, a la cocaína, si bien el volumen de negocio todavía es inferior a otros.
Uno de los principales focos de esta actividad ilegal ha sido el Parque Nacional Kruger, donde se han registrado casi la mitad de las muertes. Este parque, con una superficie similar a la de Israel, alberga a soldados o guerrilleros que en ocasiones han recibido entrenamiento por militares de Mozambique.
«No hay nada más trágico que ver el asesinato brutal de un animal por un motivo innecesario, que en este caso es el cuerno del rinoceronte, puesto que su valor medicinal es cero», ha criticado el líder de una asociación defensora de los rinocerontes en Sudáfrica.