Las autoridades sanitarias rusas constataron ayer que la mancha contaminante de benceno, que se originó tras una explosión en una fábrica petroquímica china, ha llegado a territorio ruso a través del río Amur. El hecho se ha producido cerca de Jabarovsk, una ciudad de 600.000 habitantes.
Un responsable de la Agencia de Vigilancia de los Recursos Naturales en Jabarovsk, Oleg Mitovol, señaló que los niveles de benceno se encuentran «sensiblemente por encima de las normas medioambientales» en el río Amur. Según la misma fuente, los restos de benceno provienen de la contaminación vertida en China o de los deshechos de una fábrica de la región.
Es «evidente» que el benceno proviene de China, declaró oficialmente por su parte el responsable del servicio de prensa de la Agencia, Eugueni Sneguirov. Las tasas de polución de benceno analizadas en el río Amur son entre 1,5 y 2 veces superiores a las permitidas por la regulación, según Sneguirov.
Las previsiones de las autoridades rusas apuntaban a que la contaminación por benceno podría llegar a Jabarovsk el 4 o 5 de diciembre. No obstante, ya se habían transportado reservas de agua potable a la zona. Asimismo, un avión Iliuchin viajará hoy a Jabarovsk para transportar las primeras 20 toneladas de carbón activo, destinado a purificar el agua.