La demanda europea de aceite de palma para fabricar agrocombustibles tiene un gran impacto sobre el medio ambiente, según advirtió ayer Amigos de la Tierra, que durante la presentación de las propuestas para un etiquetado sostenible del aceite de palma se refirió a las deficiencias de esta certificación.
Con el fin de representar los graves impactos ambientales de la producción actual de aceite de palma, la ONG organizó esta mañana en Bruselas una protesta con árboles quemados en la puerta de la reunión de la Mesa Redonda para un Aceite de Palma Sostenible (RSPO). «Los planes para prevenir la destrucción ambiental en los países productores son insuficientes. El problema fundamental es el incremento de la demanda europea de aceite de palma con fines energéticos, como los agrocombustibles», afirmó a este respecto el responsable de Amigos de la Tierra Europa, Paul de Clerck.
Si bien la RSPO ha desarrollado una serie de criterios para producir aceite de palma de forma sostenible, los criterios adoptados «no son suficientemente estrictos», según advirtió Amigos de la Tierra. La ONG enumera entre las críticas que si una plantación se sitúa en un terreno deforestado antes de 2005, puede ser considerado sostenible, aunque se hubiera deforestado de forma ilegal. Otros aspectos en los que está disconforme son que las plantaciones «sostenibles» pueden utilizar pesticidas peligrosos y otros químicos; que una empresa con una sola plantación «sostenible» puede usarlo en su publicidad, «aunque el resto de sus plantaciones sean un desastre»; o que una plantación puede ser clasificada como sostenible «incluso aunque una gran empresa haya desplazado otras actividades agrícolas hacia otras zonas sensibles, como selvas».
La ONG recordó que Europa es el «mayor importador de aceite de palma, materia prima utilizada en muchos productos de alimentación y cosmética, y cada vez más para agrocombustibles». Así citó que Indonesia y Malasia planean duplicar su superficie dedicada al cultivo de aceite de palma hasta los 18-22 millones de hectáreas. «La enorme presión sobre el uso de la tierra fuerza a ampliar la superficie de cultivo a costa de espacios de alto valor natural como las selvas de Indonesia», aseguró Amigos de la Tierra.
No se debería utilizar el aceite de palma con fines energéticos. El aumento de la demanda de esta materia prima, básicamente para agrocombustibles, «está incrementando la deforestación», insistió el responsable de Agricultura de Amigos de la Tierra España, David Sánchez. «Los criterios de sostenibilidad no van a conseguir solucionar el problema», concluyó.