Los osos panda de la Reserva Natural de Piankou (China) corren peligro de morir de hambre debido a la floración del bambú, un fenómeno que ocurre una vez cada 60 años y que convierte en no comestible a esta planta, base de la alimentación de los pandas.
Los expertos de la zona, donde se calcula que viven 19 de los 1.750 pandas en libertad que hay en China, señalan que la floración del bambú ha reducido ya un 25% el alimento de los osos.
La situación se agrava, según estos especialistas, por el hecho de que el fenómeno dura una década, lo que dejará a estos animales con escasez de alimentos durante los próximos años.
«Será difícil que la veintena de pandas consiga adaptarse a otros tipos de bambú, dado lo estricto de la dieta de estos animales», afirma Zhang Heping, director de otra reserva natural de la región china. «Sólo los más fuertes sobrevivirán», vaticina Heping.
Aparte de este fenómeno, el principal problema alimentario de los pandas es consecuencia de la tala masiva de bambú en los bosques meridionales de China, país en el que esa planta se utiliza como madera o ingrediente culinario y medicinal, entre otros usos.
La falta de alimentos amenaza la supervivencia de esta especie, pero también la caza furtiva, la desaparición de su hábitat y la endogamia, que tiene como resultado el nacimiento de pandas sin capacidad reproductiva.