La Generalitat de Cataluña salió ayer al paso de las informaciones que anunciaban la construcción de una tubería para trasvasar agua de la cuenca del río Segre al área metropolitana de Barcelona. La medida se aplicaría en casos de emergencia por sequía y en un horizonte próximo al año 2030, según informaron a la Agencia Efe fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA).
Sin embargo, el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat emitió este domingo un comunicado en el que negaba que «se haya decidido ni planteado por parte del Gobierno catalán el trasvase del Segre». Según la nota, «no existe ninguna previsión, ni proyecto en la planificación hidrológica ni en los planes y programa aprobados por parte del Gobierno (catalán) para llevar agua del Segre a las cuencas internas».
La ACA contempla un escenario en 2030 con una población de 8,5 millones de personas en Cataluña y un aumento de la demanda de agua de entre el 1% y el 1,5% anual.
Las informaciones que trascendieron indicaban que para el trasvase se barajaban varias alternativas, como una conexión entre el Segre en Oliana (Lérida) y el Cardener, que forma parte de la cuenca del Llobregat, manteniendo siempre los caudales ambientales de los cauces; o una tubería que atraviese la comarca de la Anoia (Barcelona).
La cuenca del Llobregat es, junto con la del Ter, la principal fuente de suministro de agua de los municipios que abarcan el área metropolitana de Barcelona, así como la que sufre en mayor medida las consecuencias de periodos de sequía como el que se vive en la actualidad.