Con el fin de evitar que los linces ibéricos accedan a la carretera y puedan ser atropellados, la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía sustituirá el actual vallado existente en la A-483, entre El Rocío y Matalascañas, por otro que ha sido expresamente concebido para este propósito.
Esta nueva separación tendrá tres metros de altura, con medio metro enterrado bajo el suelo, según informó ayer la citada fuente. Así se pretende reducir una de las principales causas de mortalidad de esta especie, considerada el carnívoro más amenazado de la fauna europea. El riesgo de atropello de los linces es elevado en las carreteras del entorno del parque de Doñana, ya que coinciden zonas forestales con tramos de carreteras de elevadas velocidades de circulación y con alto volumen de tráfico.
Con un plazo de ejecución de tres meses y un presupuesto estimado de 811.000 euros, la Consejería instalará un total de 27 kilómetros de vallado, que permitirá no obstante acceder mediante cancelas a las fincas colindantes. Además se construirán nuevos pasos de fauna, que se sumarán a los tres ya existentes, para impedir la fragmentación de las poblaciones de linces ibéricos y de otras especies. Obras Públicas también llevará a cabo otras tareas complementarias para mantener en buen estado las márgenes de la citada vía.
Estas medidas se enmarcan en el proyecto europeo LIFE, orientado a la reintroducción y conservación del lince ibérico en Andalucía. En este proyecto colaboran, bajo la coordinación de la Consejería de Medio Ambiente andaluza, diversas entidades públicas y privadas.