El número de especies en peligro aumenta en todas las categorías. Lo advierte la Lista Roja, la principal referencia científica mundial sobre este problema que afecta a la biodiversidad de todo el planeta. Sus responsables también aclaran que las labores de conservación tienen su recompensa, como lo demuestra la recuperación de algunas especies amenazadas. Para ello, el apoyo de todos, incluidos los consumidores, es básico. Este artículo señala que la Lista Roja de especies en peligro crece, cuáles son las principales amenazas y qué se puede hacer, además de los principales datos sobre la Lista Roja.
La Lista Roja de especies en peligro crece
La Lista Roja, puesta en marcha en 1964 por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), ofrece información sobre el estado mundial de las especies en diversos grados de peligro. Sus expertos han evaluado «un total de 79.800 especies en todo el mundo y su objetivo es alcanzar las 160.000 especies para 2020«, señala Juan Antonio López, presidente del Comité Español de la UICN.
4.898 especies en todo el mundo se encuentran «en peligro crítico», según la Lista RojaLa evolución de la Lista Roja (en el gráfico) muestra que la cifra de especies amenazadas aumenta en todos los grupos y categorías. En estos momentos, 4.898 especies en todo el planeta se encuentran en la categoría de mayor riesgo antes de la extinción, «en peligro crítico» y 7.323 como «amenazadas» (un grado menos que «en peligro crítico»). Por grupos de especies, las plantas aportan un mayor número a las tres categorías principales de amenaza: «vulnerable», «amenazada» y «en peligro crítico».
En España, 131 especies se catalogan como «en peligro crítico» y 188 como «amenazadas». López explica que estas cantidades hacen referencia a las especies terrestres, «pues las marinas se encuadran en unidades geográficas más amplias»: en el Mediterráneo hay 18 especies «amenazadas» y otras 17 en la zona este del Atlántico Norte; «en peligro crítico» hay 9 y 5, respectivamente.
Principales amenazas y qué podemos hacer
Juan Antonio López puntualiza que las fuentes de amenazas para la biodiversidad mundial han evolucionado con los años: «Muchas de las históricas permanecen (sobrepesca, contaminación, destrucción de hábitats, etc.), pero han aparecido amenazas emergentes, como el calentamiento global o la acidificación de los océanos«.
A pesar de los datos negativos, las acciones de conservación exitosa demuestran que es posible revertir esta tendencia. López pone como ejemplo a la ballena jorobada, que ha pasado de estar «en peligro» a «preocupación menor» en los últimos años. Según la UICN, el cumplimiento de la legislación, la toma de medidas de protección urgentes y el compromiso ecológico de todos los ciudadanos contribuiría eficazmente a mejorar el estado de las especies en un futuro cercano. «Desde todos los sectores, político, social, científico, etc., debemos tomar conciencia de que hemos llevado a muchos de los más importantes ecosistemas del planeta al límite, poniendo en riesgo la vida en la Tierra tal y como la conocemos», concluye López.
Los ciudadanos como consumidores podemos hacer más de lo que pensamos. El presidente del Comité Español de la UICN destaca que «debemos adoptar hábitos sostenibles y respetuosos con el planeta; evitar el derroche y la adquisición de productos innecesarios; y seleccionar artículos producidos con un bajo coste ambiental y que produzcan la menor cantidad de desechos no reciclables. De este modo reducimos la presión sobre los recursos naturales, con una repercusión positiva sobre los ecosistemas que los generan».
Principales datos sobre la Lista Roja
Las categorías de amenaza de la Lista roja de la UICN son las siguientes, en orden descendente de amenaza: extinto; extinto en estado silvestre; en peligro crítico; en peligro; vulnerable; casi amenazado; preocupación menor; datos insuficientes; y no evaluado.
El grupo de los vertebrados concentra a la gran parte de las especies evaluadas. «El resto de los grupos, hongos e invertebrados especialmente, plantean un gran reto», reconoce el presidente del Comité Español de la UICN, quien explica que no resulta fácil dar un diagnóstico global de las especies en peligro, «pues hay que entender a cada especie amenazada en su contexto, las circunstancias políticas del país o países donde se localizan, existencia de planes de gestión, conciencia social, etc.».
Diversas entidades y grupos de investigación realizan aportaciones decisivas a la Lista Roja. En nuestro país, López destaca a la Asociación Herpetológica Española y la Sociedad Española de Biología de la Conservación de Plantas, entre otros. Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) edita las listas y libros rojos que evalúan el estado de conservación de la biodiversidad en España. «En estos momentos hay diversas especies con distinto grado de amenaza en nuestro país, pero, a su vez, desde las administraciones y ONG se realiza un importante esfuerzo en conservación», asegura el presidente del Comité Español de la UICN.