Los 150 voluntarios y personal de limpieza que se han desplazado a la bahía de Makushin, en la isla de Unalaska, frente a la que el pasado día 8 embarrancó el carguero malasio «Selendang Ayu», han empezado a recoger los primeros pájaros muertos y las primeras bolas de carburante. También han procedido a hidratar y a limpiar a aves petroleadas por el derrame a la mar de 151.000 litros de fuel.
WWF/Adena alerta de que la marea negra ha alcanzado ya playas de Alaska donde viven especies amenazadas como el león marino de Steller, los eiders especulados (aves parecidas a los gansos) y los somormujos. La isla de Unalaska se encuentra en el Refugio Natural de Vida Silvestre de Alaska, un rosario de islas, arrecifes y roquedos que, para la organización ecologista, es «uno de los principales santuarios naturales del planeta».
El carguero «Selendang Ayu», partido en dos tras chocar con un arrecife, recibió en 2001 la certificación de navegabilidad de la firma ABS, la misma compañía clasificadora que avaló el buen estado del «Prestige».
La Guardia Costera ha extendido 1.140 metros de barreras anticontaminación en las bahías de Makushin y Skan. El mar de Bering, donde se ha producido el siniestro, aporta más de la mitad de los productos pesqueros que consume EE.UU. Según las primeras investigaciones, el buque, de 222 metros de eslora, embarrancó tras quedarse sin motor por una avería en un cilindro.