El informe «Evaluación Global sobre la Reducción de Riesgos de Desastres», presentado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), propone medidas para evitar más pérdidas humanas y materiales debidas a desastres naturales, señaló el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC). Y es que la mayoría de los países que forman parte de la OMM no están preparados para evitar los efectos de unos fenómenos climatológicos extremos que no han dejado de aumentar en los últimos años.
Así, cerca de 7.500 desastres naturales han acabado con la vida durante los últimos 30 años de más de dos millones de personas en todo el mundo. Para evitar más pérdidas humanas y proponer medidas eficaces para reducir los riesgos, el informe de la OMM revisa y analiza la frecuencia, geografía e impactos de estos desastres. «Debe haber compromisos nacionales y regionales fuertes para avisar con tiempo a la población, y servicios climatológicos como herramientas elementales para reducir los riesgos de desastre», explicó Michel Jarraud, secretario general de la OMM.
Aunque cada vez más países dan prioridad a la integración de sistemas de alerta en la gestión de respuesta y emergencia, el informe demuestra que todavía el 60% de los países miembros de la OMM no cuenta con la capacidad técnica para aportar la información meteorológica e hidrológica necesaria para mejorar la gestión de riesgos. Además, muchos de ellos, que son vulnerables a los fenómenos climáticos, no alertan a sus habitantes. Uno de los objetivos de este trabajo es reducir a la mitad las muertes asociadas a los desastres acaecidos de 1994 a 2003 antes de 2019.
Plan de acción
El informe propone una serie de medidas. Concretamente presenta un plan de acción con 20 soluciones y ejemplos que han permitido salvar la vida de muchas personas. El plan se centra sobre todo en los esfuerzos para luchar contra el cambio climático, reforzar la recuperación de la economía de los países afectados, apoyar las iniciativas de la comunidad, mejorar los gobiernos nacionales y locales, incentivar la adopción de marcos de desarrollo de alto nivel, e invertir en medidas sostenibles de reducción de riesgos.
«La OMM trabaja para establecer y mejorar la adaptación bilateral y multilateral para la modernización de los servicios nacionales meteorológicos e hidrológicos», detalló Jarraud. También se están reforzando los sistemas de alerta a través de un enfoque multirriesgo, así como la monitorización del desarrollo de riesgos, pronóstico y análisis del tiempo.
Vínculo entre riesgo y pobreza
El trabajo pone además de relieve el estrecho vínculo entre el riesgo de desastre y la pobreza, a lo que también se añade la «incuestionable realidad» del cambio climático global. De esta forma, el riesgo de mortalidad y de pérdidas económicas está sobre todo concentrado en un pequeña parte de la superficie de la Tierra. El análisis demuestra así que el 75% del riesgo de morir por inundaciones se concentra en tres países: India, China y Bangladesh.
Por lo que se refiere a España, las sequías son el desastre natural más habitual. De hecho, es el país de la Unión Europea (UE) que presenta mayores extensiones de cultivos afectados por la sequía (más de 50.000 kilómetros cuadrados al año). Aunque tiene que lamentar pocas pérdidas humanas en relación a países como China o Indonesia, el riesgo de morir a causa de un desastre natural es del 4%, siendo las inundaciones el peligro más importante.