El 51% de los consumidores españoles no sabe qué hacer para ahorrar agua. Un dato preocupante para la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que ha presentado una encuesta que evalúa hasta qué punto los ciudadanos de nuestro país conocen el impacto que sus hábitos de vida tienen en el medio ambiente.
Resulta igualmente preocupante que muchos encuestados digan que no están interesados en las medidas para ahorrar agua, bien porque piensan que son caras (38%), porque reducen la comodidad (22%) o porque son complicadas (21%).
Otro dato relevante es que el 50% de los consumidores domésticos piensa que aunque se hagan esfuerzos desde los hogares para reducir el consumo del preciado líquido, de nada sirve si los agricultores y la industria no hacen o mismo.
Los usuarios parecen estar más concienciados en el ahorro de energía. Así, el 61% de los encuestados ha instalado bombillas de bajo consumo y el 53% compra electrodomésticos energéticamente más eficientes. Además, la mitad ha instalado ventanas de doble cristal o regula la temperatura de su hogar con un termostato.
La encuesta revela además que los consumidores no se aprovechan de las ayudas económicas de la Administración para realizar reformas que redunden en ahorro de energía (sólo un 6% ha recibido alguna ayuda económica). El 86% declaró no conocer que existían o bien aludieron a la dificultad para conocer la información (38%) o a la complejidad de los trámites (36%).
Preguntados por qué fuente de energía sería la mejor para producir electricidad, la gran mayoría (un 93%) se decantó por la solar y más del 80% por la eólica. El 71% se mostró en contra de la energía nuclear.
En lo que se refiere al reciclado, OCU dice que poco a poco se está convirtiendo en un hábito para los consumidores. El 69% asegura habitualmente recicla el papel y el vidrio, y el 64% los envases. En cambio, sólo un 33% de los encuestados devuelve los medicamentos usados a la farmacia y únicamente el 7% deposita las pilas en el contenedor.