Científicos adscritos a la NASA han probado con éxito un prototipo de sistema de predicción de tsunamis que evalúa con rapidez y precisión los grandes terremotos y realiza estimaciones del tamaño de potenciales olas gigantes resultantes. El sistema, basado en mediciones de GPS, es capaz de detectar movimientos del terreno tan pequeños como unos pocos centímetros.
Tras el terremoto de magnitud 8,8 de Chile del 27 de febrero, un equipo dirigido por Y. Song Tony, del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA en Pasadena (California) utilizó los datos en tiempo real de la red Global Diferential GPS de la agencia (GDGPS) para predecir correctamente el tamaño del tsunami resultante. La red, gestionada por el JPL, combina los datos en tiempo real mundial y regional a partir de cientos de mediciones de GPS y calcula su posición cada segundo. «Este exitoso experimento demuestra que los sistemas GPS costeros efectivamente se pueden utilizar para predecir el tamaño de los tsunamis», dijo Song. «Esto podría permitir a los organismos responsables emitir advertencias a tiempo para salvar vidas y reducir las falsas alarmas que pueden perturbar innecesariamente las vidas de los residentes de la costa», apuntó el director del proyecto.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el terremoto de Chile, el quinto más grande jamás registrado por los instrumentos, tenía pocas probabilidades de provocar una destrucción significativa en el Pacífico. El efecto del tsunami era relativamente pequeño fuera de Chile. La predicción basada en GPS se confirmó más adelante con mediciones de la altura del mar en superficie tomadas con los satélites francoestadounidenses Jason.
Este método de predicción se basa en estimaciones de transferencia de la energía de un terremoto submarino hacia el océano para generar un tsunami. Toma como referencia datos de las estaciones de GPS costeras cerca de un epicentro, además de información sobre el talud continental local, que es el descenso del fondo del mar desde el borde de la plataforma continental hasta el fondo del océano. Los sistemas convencionales de alerta contra los tsunamis se basan en estimaciones de la ubicación de un terremoto, magnitud y profundidad para determinar si puede generarse un gran tsunami. Sin embargo, la realidad ha demostrado que la magnitud del terremoto no es un indicador fiable del tamaño del tsunami.