El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer las nuevas normas que restringen la navegación en el río Ebro, en sus afluentes y en embalses de la misma cuenca. Con estas medidas, aprobadas el pasado 12 de abril por la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), se pretende frenar la extensión de la plaga del mejillón cebra.
Desde ahora, queda suspendida temporalmente la navegación a motor en el río Ebro y en sus afluentes en el tramo comprendido desde el Delta hasta la localidad zaragozana de Escatrón. Sí se permite, en cambio, desde Flix (Tarragona) hasta el puente de la Cinta, en Tortosa.
No se consideran aptos para la navegación a vela los embalses de Ardisa, Cueva Foradada, Esacarra, Escuriza, Esterri, Javierrelatre, Linzoles, Mezalocha, Moneva, Las Navas, Pena, Sabiñánigo, Santa María de Belsué, Tabescán y Las Torcas.
El acceso de las embarcaciones en cualquier embalse de la cuenca del Ebro se tendrá que realizar a través de los puntos fijos habilitados al efecto.
Por otro lado, todas las embarcaciones que accedan a un embalse, que cambien de emplazamiento o se trasladen fuera de una zona afectada por el mejillón cebra deberán cumplir unas normas de desinfección y limpieza. Además, en la medida de lo posible, se evitará el acceso de hidroaviones a embalses que tengan esta plaga o que la han tenido anteriormente.
Las embarcaciones a motor deberán eliminar los ejemplares de mejillón y los restos de vegetación acuática que hayan podido adherirse al casco o al motor mediante agua caliente a presión. Las artes de pesca se desinfectarán bien por inmersión o fumigación con solución desinfectante. Se deberá tener especial cuidado de que las aguas de lavado no vuelvan al medio acuático.
En cuanto a las embarcaciones sin motor, como piraguas, antes de introducirlas en el río, deberán estar completamente secas y limpias.
En las competiciones deportivas, tanto a motor como sin él, los organizadores deberán instalar obligatoriamente un surtidor de agua a presión y asegurarse de que todas las embarcaciones participantes reciben un tratamiento adecuado.
La plaga llega al Júcar y al Segura
Además del Ebro, la plaga del mejillón cebra afecta ya a las cuencas del Júcar y del Segura y es muy probable que en el futuro afecte a muchos cauces en todo el territorio nacional, según ha dicho hoy en el Congreso el secretario general para la Biodiversidad y el Territorio, Antonio Serrano.
Serrano explicó que la Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza ha aprobado ya una estrategia de lucha contra la especie, que incluye un paquete de medidas para combatirla.
Estas medidas se orientan al tratamiento de las aguas ya afectadas y las no afectadas, extracción del molusco, variación de la temperatura del agua que coloniza, así como el uso de toxinas selectivas o de productos químicos para su erradicación.