La Asamblea General de la ONU inicia hoy un debate de alto nivel de dos días de duración sobre la lucha contra el cambio climático. Una veintena de ministros y centenares de representantes de más de cien países discutirán los próximos pasos que hay que dar para reducir el impacto de este fenómeno.
El objetivo principal de este encuentro es impulsar el acuerdo logrado el pasado diciembre en la conferencia internacional de Bali (Indonesia) para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. «Nuestro objetivo es apoyar el proceso; se tiene que mantener el impulso logrado en la llamada ‘Hoja de Ruta’ de Bali», afirmó el presidente de la Asamblea General, Srgjan Kerim.
La conferencia en la isla indonesia concluyó con un acuerdo firmado por 187 países que supone la admisión por parte de los firmantes, incluido Estados Unidos, de la necesidad de un acuerdo más ambicioso que el Protocolo de Kioto y encauza las negociaciones para reformar este tratado en 2009.
Reto global
Otro de los propósitos de las dos jornadas de debate es encontrar la mejor estrategia para que los diversos programas y agencias que conforman el sistema de la ONU contribuyan de manera efectiva a la reducción de las emisiones contaminantes. Tanto Kerim como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, han reiterado en diversas ocasiones su convencimiento de que la organización es el mejor foro para combatir un reto global como el cambio climático.
Recientemente, Ban Ki-moon dijo que la ONU debe proporcionar una plataforma sólida, un marco sensato y fomentar la cooperación en su seno para facilitar un futuro acuerdo global con vistas a la cumbre del clima que se celebrará en Copenhague en 2009.
Representantes de más de cien países discuten sobre los pasos que se han de dar para reducir el impacto de este fenómeno
No obstante, en recientes declaraciones, el Presidente de la Asamblea General dijo que es necesario una visión, un consenso y una alianza globales para la acción frente a esta situación, ya que «la ONU no puede solucionarlo por si sola».
Implicación de Naciones Unidas
«Si nos interesa el legado que dejaremos a las generaciones venideras, éste es el momento para una acción mundial decisiva. Todas las naciones pueden adoptar medidas firmes para lograr un saldo neutro de emisiones de dióxido de carbono. Debemos movilizar la voluntad política de los países en desarrollo y los países industrializados para alcanzar ese objetivo». Estos son algunos de los llamamientos que ha hecho Moon. Y no se ha quedado sólo en palabras: ha sido el primer secretario general de Naciones Unidas que ha viajado a la Antártida para conocer de primera mano y sobre el terreno lo que el calentamiento global está provocando en el continente helado.
Este discurso lo repetía el secretario general de la ONU el pasado diciembre ante los miles de delegados de más de 150 países reunidos en Bali (Indonesia) en la Cumbre Mundial del Clima. Allí, su presencia -en dos ocasiones, inauguración y clausura, cosa que nunca hizo su predecesor en el cargo- fue vital para desatascar unas negociaciones que desde el primer día parecían abocadas al fracaso.
A pesar de todo, el último día de negociaciones en Bali, Moon sólo puedo reprender a las delegaciones, mostrándose «decepcionado ante la falta de progreso» e instando a los delegados «a llegar al acuerdo necesario». «En una negociación, ninguna delegación puede conseguir todo lo que desea», añadió para flexibilizar las enconadas posturas. Y surtió efecto. Estados Unidos cogía el guante y aceptaba hablar sobre «Kioto 2».