La organización internacional de conservación marina Oceana tiene en la actualidad en el Golfo de Génova un catamarán de investigación que está realizando filmaciones de los ecosistemas del fondo marino. Su misión es documentar diversos hábitats amenazados que, según Oceana, deberían incluirse en la Directiva de Hábitats de la Unión Europea, que tendrá que revisarse el año que viene.
Un equipo de biólogos marinos, apoyados por camarógrafos y fotógrafos se encuentra buceando en zonas especialmente seleccionadas por su biodiversidad marina, según un comunicado de la organización. En estas zonas se encuentran muestras bien conservadas de los hábitats que Oceana promueve que sean conservados en todo el Mediterráneo.
El uso de determinadas artes pesqueras como el arrastre de fondo amenaza a estos ecosistemas. «Todo el ecosistema queda destruido tras el paso de una red de arrastre», recuerda Oceana. Algunos de estos hábitats «ya se han visto reducidos entre un 50% y 80%», señala la organización, y su recuperación «es muy difícil o prácticamente imposible», ya que algunos tardan siglos o incluso milenios en formarse.
«La biodiversidad marina europea debe ser objeto de protección a través de la revisión de la Directiva de Hábitats de la Unión Europea y de la inclusión en la misma de todas las especies de corales y gorgonias, fanerógamas marinas y fondos maërl», explica el coordinador de la campaña y director de Oceana para Europa, Xavier Pastor. Esta protección «permitiría a medio plazo la recuperación de las amplias zonas del Mediterráneo que actualmente se encuentran degradadas», lo que contribuiría a la mejora de la situación de unos recursos pesqueros actualmente esquilmados, según la organización.
En este caso, el Gobierno español ha tomado el liderazgo europeo en la protección de esos ecosistemas en el Mediterráneo, prohibiendo el uso de artes de arrastre, de cerco y dragas en todas las aguas bajo control español en donde exista cualquiera de esos hábitats, así como en los fondos superiores a 1.000 metros de profundidad. «Si un país de gran tradición pesquera como es España toma la iniciativa de proteger los corales, las plantas superiores marinas y los fondos de algas calcáreas, es una clara indicación para el resto de la Unión Europea de que esas medidas son necesarias y positivas para la recuperación de las pesquerías», asegura el director de Oceana para Europa.