Un estudio publicado en la revista científica británica «Nature Geoscience» detalla que la formación de los grandes continentes terrestres pudo haber sido un factor clave en el aumento de la concentración del oxígeno atmosférico.
Después de reconstruir y analizar las etapas de la oxigenación de la Tierra, que pasó de niveles ínfimos de oxígeno en sus primeros tiempos a casi el 21% de la actualidad, un equipo de la Universidad Nacional de Australia halló que los mayores saltos en las concentraciones de oxígeno atmosférico se produjeron hace 2.650, 2.450, 1.800, 600, 300 y 40 millones de años, unas fechas que coinciden con la fusión de las masas de tierra y la conversión en «supercontinentes».
Las colisiones de las masas terrestres originaron cadenas montañosas que se erosionaron rápidamente y liberaron grandes cantidades de hierro y fósforo en los océanos, según los científicos. La llegada de estos nutrientes a los océanos produjo «una explosión» de fitoplancton productor de oxígeno y cianobacterias y, por consiguiente, un aumento de la fotosíntesis y de la producción de la molécula del oxígeno, explicaron.
El «entierro» de las altas cantidades de sedimentos de carbono orgánico y pirita evitó su reacción con el oxígeno libre y permitió aún mayores incrementos de la concentración atmosférica, añadieron los expertos. Finalmente, los investigadores señalaron que, aunque el aumento de la producción de oxígeno cesó cuando las montañas estuvieron completamente erosionadas, las altas concentraciones de este gas en la atmósfera se mantuvieron estables.