Los esfuerzos para la conservación de los gorilas de montaña, una de las especies más amenazadas del mundo, comienzan a dar sus frutos. La población de estos grandes primates del Parque Nacional de Bwindi, en el suroeste de Uganda, ha crecido en la última década un 10%, hasta alcanzar los 340 ejemplares en libertad, según el último censo dado a conocer por WWF/Adena.
Aunque supone tan sólo un incremento medio de un 1% anual, la organización ecologista señala que se trata de una población sana y bien protegida. Bwindi alberga casi la mitad de los gorilas de montaña que quedan en libertad en todo el mundo.
Marc Languy, del programa regional de África oriental de WWF/Adena, reconoce que este aumento «es una buena noticia», pero recuerda que «se precisan aún muchos esfuerzos para garantizar que estos extraordinarios animales no se extingan».
Eugene Rutagarama, del programa internacional de conservación del gorila, señala que «el censo de Bwindi, que demuestra un crecimiento continuado de la población de gorilas de montaña, se añade a una tendencia similar encontrada en 2003 en el macizo de los Virunga. Esto demuestra que los esfuerzos coordinados de conservación entre las autoridades ugandesas, de Ruanda, de la República Democrática del Congo y las organizaciones ecologistas están logrando resultados tangibles, a pesar de la permanente falta de seguridad de la región».
Atracción turística
La caza, la destrucción de hábitats y los disturbios civiles en Uganda hicieron temer por la supervivencia de los gorilas de la zona oriental y norteña de Bwindi.
A principios de año, la caza furtiva de dos gorilas de espalda plateada solitarios en la República Democrática del Congo -con evidencias inequívocas de que uno de ellos había sido sacrificado para carne- suscitó una gran preocupación. Estos individuos formaban parte de grupos habituados a la presencia humana, de ahí que resultaran una presa fácil para los furtivos.
Los gorilas de montaña constituyen el principal atractivo turístico del Congo, Ruanda y Uganda. De los 30 grupos de Bwindi, cinco (un total de 76 individuos) están habituados a los humanos. La Autoridad de Conservación de Uganda planea habituar dos grupos más en el contexto de un esfuerzo para estimular el turismo.