La población de lince ibérico en Andalucía se ha triplicado en los últimos nueve años y alcanza ya los 298 ejemplares, según los censos anuales realizados por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. El último censo provisional indica que el actual número de ejemplares supone un incremento del 10% respecto a los 275 linces censados el año pasado en el conjunto de la comunidad autónoma y del 217% respecto a los 94 ejemplares del 2002, «con lo que se confirma la tendencia general a la recuperación experimentada por el felino en los últimos años», ha destacado el consejero andaluz de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo. El consejero ha atribuido este éxito a los proyectos de conservación puestos en marcha por su departamento y avalados por la Unión Europea, como los Life-lince.
Especialmente significativos son los datos de la población de lince de Doñana-Aljarafe, donde el número de ejemplares se ha duplicado en los últimos años, al pasar de los 41 linces censados en 2002 a 88 en 2011. El incremento del 240% en la superficie ocupada por los felinos y en el número de hembras territoriales (19, frente a las 17 del año pasado) son variables que Díaz Trillo ha vinculado directamente a las actuaciones que su departamento lleva a cabo en el marco del actual proyecto Life-lince, y ha avanzado que «la población de Doñana-Aljarafe podría estar empezando a salir de su crítica situación».
Además, los últimos trabajos de muestreo en la comarca de Doñana han permitido comprobar que este aumento de la superficie que ocupan los linces en la zona se relaciona directamente con las actuaciones realizadas por la Consejería de Medio Ambiente para la mejora de hábitat y de las poblaciones de conejo, principal especie presa del lince. Así, el consejero andaluz ha avanzado que se ha formado un nuevo núcleo poblacional en Aznalcázar-La Puebla donde viven 15 linces.
Las estimaciones realizadas por la Consejería de Medio Ambiente han permitido registrar otros importantes incrementos en las variables poblacionales regionales, tales como el número de hembras territoriales, ejemplares de los que depende en gran medida el potencial reproductor de la especie en libertad. Las hembras asentadas en un territorio y en edad reproductiva han aumentado este año hasta las 73, 10 más que el año previo y muy por encima de las 27 contabilizadas en 2002, cuando se consiguieron los primeros resultados del seguimiento mediante fototrampeo. De igual modo, se confirma la mejora del éxito reproductor de la especie en el medio natural dado el aumento del número de cachorros, que actualmente se estima en 86 en Andalucía, registrándose 58 cachorros más que en 2002.