El tigre está desapareciendo de la India a pasos agigantados pese a los esfuerzos de conservación. El último censo publicado por el Gobierno asiático revela que tan sólo quedan 1.411 de estos felinos en todo el país, la mitad que en 2002. Sin embargo, el jefe de Gobierno de la región oriental de Orissa, Naveen Patnaik, sostiene que hay más.
El estudio, difundido por la Autoridad Nacional para la Conservación de los Tigres (NTCA, sus siglas en inglés), asegura que en Orissa quedan menos de 60 tigres, mientras que Patnaik dice que hay más de un centenar.
Después de la polémica que originó el censo de 2002 -hasta el propio Gobierno puso en duda su fiabilidad-, en esta ocasión se han usado nuevos métodos estadísticos, según Rajesh Gopal, secretario de la NTCA. El informe concluye que quedan en la India 1.411 tigres, la mitad que hace seis años, y todos ellos habitan en reservas naturales.
El Ejecutivo hindú aprobó el pasado mes de agosto la creación de ocho nuevas reservas de tigres. Con ello espera contribuir a la supervivencia de la especie y al aumento de la población de este amenazado felino.
Caza furtiva
Contra las cuerdas se encuentra también el tigre de sumatra. Apenas quedan unos 400 ejemplares de esta especie, incluida en la lista roja de animales en grave peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La deforestación y la caza furtiva constituyen las principales amenazas del tigre de Sumatra. Pese al endurecimiento de las leyes contra los cazadores furtivos, dientes pezuñas, pieles, bigotes y huesos de este felino siguen a la venta en comercios de recuerdos y medicina tradicional china de la isla indonesia, según la organización ecologista Traffic, que pide al Gobierno de Sumatra un mayor esfuerzo para conservar estos animales.