Los pepinos o cohombros de mar suponen una curiosidad para muchos occidentales. Los ven como extrañas formas viscosas balanceándose sobre el fondo del mar. Sin embargo, en Asia son un alimento básico, muy apreciado en sopas, guisos y salteados.
La demanda de este equinodermo es elevada. Por eso, países como Indonesia, Papua Nueva Guinea y Filipinas exportan grandes cantidades a China y otros mercados asiáticos cada año. Y éste también es el motivo por el cual las poblaciones de pepinos de mar en todo mundo, desde Asia a las Galápagos, se enfrentan a una situación cada día más difícil.
Un nuevo estudio de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advierte de que las reservas de pepinos de mar están sometidas a una intensa presión pesquera. «Las especies de mayor valor comercial se han agotado en gran parte. En la mayoría de los países analizados y en las regiones de África y el océano Índico, las reservas están sobreexplotadas. Del mismo modo, en la región de Asia-Pacífico las especies más buscadas están casi agotadas», afirma la FAO.
Por ello, el informe apunta que se necesitan desarrollar planes de gestión de pepinos de mar específicos para las circunstancias locales. Estos podrían incluir medidas como el establecimiento de cuotas de captura y límites de tamaños mínimos, cierres durante las épocas de reproducción, y una mejor vigilancia del estado de las reservas.
Importancia económica
Los pepinos de mar contribuyen de forma importante a las economías de las comunidades costeras, constituyendo en algunos lugares la exportación pesquera y de peces sin aletas de mayor peso económico. De ahí deriva la necesidad de mejorar la gestión y prácticas pesqueras.
El informe de la FAO detalla que los planes de gestión eficaces para la pesca de cohombros de mar son poco habituales, lo que dificulta poder reducir la sobreexplotación. También identifica amenazas adicionales como el calentamiento global, la destrucción del hábitat y la pesca ilegal.
Asia y el Pacífico son las regiones que más pepinos de mar producen (entre 20.000 y 40.000 toneladas al año). Sin embargo, las islas Galápagos, las Seychelles y Terranova (Canadá) también son zonas importantes de explotación de la especie.
Servidos a la plancha
En España se ha empezado ahora a saborear estos extraños seres. Hace sólo una década apenas tenían valor para los pescadores catalanes, que los habían comido en sus barcos durante años, pero nunca los llevaban a tierra. Sin embargo, chefs de Barcelona comenzaron a interesarse por los pepinos marinos, que se preparan a la plancha con aceite de oliva, sal marina y unas gotas de limón.
Aparte de uso culinario, existe un mercado emergente para el empleo de los cohombros de mar en las industrias farmacéutica y cosmética. En ocasiones, se fermentan o se secan algunos órganos internos como las gónadas y los intestinos para producir productos especializados de alto valor utilizados como complementos dietéticos.