La grave crisis energética que padece África podría paliarse con la utilización de las energías renovables, según aseguró el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en el marco de la Conferencia Internacional del Desarrollo Africano (TICAD), celebrada en Nairobi la pasada semana.
África es un continente «rico en recursos que pueden beneficiar a la población en los próximos 20 ó 30 años», apuntó Achim Steiner, director ejecutivo del PNUMA. Tras recordar que más del 80% de la población de este continente no tiene acceso a la electricidad, Steiner señaló que los países africanos deberían emplear sus propios recursos para cubrir sus necesidades de desarrollo.
Según el informe «Perspectivas Globales Económicas», elaborado por el Banco Mundial, la población mundial alcanzará los 8.000 millones de habitantes en el año 2030, lo que supone un índice de crecimiento anual de 60 millones de personas. Los países en desarrollo absorberán el 97% de este crecimiento, lo que hará también que los recursos energéticos sean más necesarios en esas zonas. La carencia de electricidad en África hace que millones de personas dependan de la vegetación natural, lo que conlleva la destrucción de los bosques y la consiguiente desertificación.