Cada vez se hace más patente la necesidad de un cambio de mentalidad en relación con el ahorro de agua. El líquido elemento, indispensable para la vida, es un bien escaso en el planeta. En los países occidentales su escasez nos es menos notoria porque disfrutamos de sistemas de agua corriente eficaces y accesibles para casi el total de la población.
Pero no hemos de olvidar que disponer de agua potable es un lujo para muchas personas en el mundo. Existen una serie de causas que provocan que el agua escasee cada vez más, haciendo imprescindibles políticas de ahorro y aprovechamiento.
En primer lugar tenemos que decir que a pesar de que tres cuartas partes de nuestro planeta están cubiertas de agua, la mayor parte de ésta no es potable. Cerca del 95% del agua de la Tierra se concentra en los mares.
Por un lado el cambio climático supone un progresivo calentamiento de la atmósfera que deriva en sequías. Además es evidente la existencia de un malgasto diario de agua en nuestros hogares.
Los expertos calculan en veinte litros por día la cantidad de agua necesaria para cada individuo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística el consumo de agua por habitante y día en los hogares españoles fue de 147 litros en 1999.
Está en nuestra mano intentar limitar nuestro consumo doméstico de agua y así, de paso, ahorrar energía y dinero.
Además de las medidas que cotidianamente podemos adoptar para no derrochar agua (del estilo de no dejar el grifo abierto mientras nos lavamos los dientes o sustituir el baño diario por una ducha) la tecnología pone a nuestra disposición una serie de aparatos que tienen como objetivo el ahorro de agua. A continuación vamos a conocer algunos de ellos.
Lo primero que hemos de decir es que, a pesar de que estos dispositivos se suelen adquirir por separado para instalarlos en nuestros grifos, duchas o baños, cada vez más marcas comienzan a presentar modelos de grifos etc. con estos sistemas de ahorro integrados.
Se trata de cuatro tipos de aparatos:
–Los reductores o limitadores de caudal: Su función es reducir el caudal de agua que sale de los grifos. Esta reducción se logra bloqueando físicamente la apertura del grifo, mediante un sistema que mezcla aire con el agua que el grifo expulsa o a través de una válvula que limita la presión de salida del agua. Estos aparatos ahorran entre un 30 y un 45 por ciento de líquido.
–Los perlizadores: Se denominan así porque uno de sus efectos es que el agua salga en forma de gotas grandes o «perlas». Esto es así porque mezclan aire con el agua. Su único inconveniente es que si se colocan en los flexos de las duchas provocan una sensación de baja presión.
–Los limitadores de descarga de cisternas: Son unos dispositivos que limitan la cantidad de agua que se vierte al tirar de la cadena de una cisterna de váter. Se han popularizado y actualmente pueden encontrarse integrados en cisternas de último modelo. Normalmente disponen de un mando que posibilita hacer una descarga «normal» (como si no estuviera instalado) o limitada.
–Los limitadores de llenado de cisternas: Son muy parecidos a los anteriores. Su principio se basa en obturar la cisterna para que no se llene en su total capacidad.