La temperatura del espacio natural de Doñana registra una tendencia ascendente en los últimos años, mientras que los valores de las precipitaciones aún no muestran signos claros. Además, se han constatado modificaciones de la línea de costa con un avance entre Mazagón y la Torre del Loro, y una retirada de la misma entre Matalascañas y Sanlúcar de Barrameda, lo que ha originado en este último sector una serie de playas colgadas que aumentan en número hacia la desembocadura del Guadalquivir. Son algunas de las observaciones realizadas por el programa de seguimiento del Observatorio de Cambio Global de Doñana, desarrollado por la Consejería de Medio Ambiente junto a la Estación Biológica de Doñana (EBD).
El análisis de los datos recabados por el Observatorio también destaca que la introducción de especies invasoras en Doñana ha producido cambios «muy relevantes» en las comunidades acuáticas, al igual que se han detectado nuevas enfermedades emergentes.
Díaz Trillo aseguró que Andalucía es pionera en la investigación, lucha contra el cambio climático y adaptación ante sus consecuencias adversas, «lo que le ha permitido asentarse como referencia para el estudio del calentamiento global y participar activamente en distintas iniciativas internacionales como la red Long Term Ecological Research (LTER) (coordinando la LTER- España) y la ESFRI-LIFEWATCH».
En colaboración con distintos centros de investigación de Andalucía, la Consejería de Medio Ambiente ha impulsado la Red de Observatorios de Cambio Global de Andalucía, integrada por los observatorios de Sierra Nevada, Doñana, Zonas Áridas y El Estrecho. Para Díaz Trillo, esta red de centros consolida los espacios naturales protegidos andaluces «como lugares para la ciencia en los que se dispone de los medios técnicos y los mejores científicos para actuar desde lo local ante una amenaza global». En este sentido, el consejero añadió que la Red de Observatorios trabaja «para que estos datos también sean comparables con otros puntos del territorio español y europeo».