El nuevo reglamento REACH obliga a la industria establecida en la Unión Europea (UE) a registrar las sustancias químicas utilizadas antes del 1 de diciembre de este año. La información que presenten permitirá sopesar los riesgos para la seguridad y determinar hasta qué punto las sustancias pueden afectar a la salud o al medio ambiente.
«REACH es la normativa más ambiciosa del mundo en materia de sustancias químicas y representará una contribución inestimable para su gestión segura en la UE», señaló el comisario de Medio Ambiente, Stravros Dimas. Y es que la obligación de registro o prerregistro afecta a más de 30.000 sustancias (ácidos, metales, disolventes, etc.).
De prerregistrarse estas sustancias entre el 1 de junio y el 1 de diciembre, los importadores y fabricantes pueden ahorrarse pruebas innecesarias, con la consiguiente reducción de costes, y obtener más tiempo para el registro definitivo.
La Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECH, por su siglas en inglés) ha propuesto prórrogas de tres a 11 años para las empresas que procedan al prerregistro.
Aquellas compañías que no hayan prerregistrado las sustancias químicas dentro del plazo previsto, deberán suspender inmediatamente su fabricación o importación. Para retomar sus actividades, deberán cumplir todo el procedimiento de registro.