La Comisión Europea prohibió ayer la importación de productos derivados del atún y pez espada de cinco países extranjeros -Bolivia, Camboya, Guinea Ecuatorial, Georgia y Sierra Leona- que no secundan los esfuerzos internacionales de conservación de estas especies. El Ejecutivo comunitario precisó que estas prohibiciones no afectarán al abastecimiento de los mercados europeos.
Además, anunció que levantará las restricciones comerciales que están actualmente en vigor contra Belice, Honduras, San Vicente y las Islas Granadinas, «en función de las acciones tomadas por estos países» para poner en marcha acciones en favor de la recuperación de los caladeros de atún y pez espada.
La Unión Europea (UE) es miembro de la Comisión Internacional para la Conservación de Túnidos del Océano Atlántico (CICTA, en inglés), que vigila la gestión y la conservación del atún y de sus especies derivadas, como el pez espada, en el Atlántico y sus mares adyacentes.
La CICTA permite las sanciones comerciales contra los países cuyas actividades minen la eficacia de las medidas de gestión y conservación. En este caso, las sanciones contra los países mencionados entrarán en vigor el próximo 6 de mayo, excepto Georgia, que se harán efectivas el 1 de julio.