La Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) creará una nueva estructura para ayudar a los países a prevenir y a resolver los conflictos provocados por el agua, anunció su director general, Koichiro Matsuura, durante la celebración del Tercer Foro Mundial del Agua, que finalizó el pasado fin de semana en Japón.
La nueva estructura de cooperación se establecerá en la sede de la UNESCO en París y reaccionará ante las crisis, interviniendo en ellas o prestando asistencia a las partes interesadas cuando éstas lo pidan, y también previendo y previniendo los conflictos relacionados con el preciado bien.
Los Estados, las partes interesadas privadas y las organizaciones intergubernamentales podrán recurrir a esa estructura para contribuir a la solución de conflictos o problemas relacionados con los recursos hídricos internacionales, así como las disputas locales.
El Consejo Mundial del Agua prevé que la creciente demanda de este recurso desembocará inevitablemente en conflictos, e incluso en guerras por los recursos hídricos. Sobre las cuencas hidrográficas internacionales se ciernen tres peligros potenciales: su internacionalización a causa de la creación de nuevos Estados independientes, los proyectos unilaterales de desarrollo, por ejemplo, la construcción de presas en cuencas donde no hay acuerdos jurídicos bilaterales, y la existencia de un clima de hostilidad general por cuestiones no directamente relacionadas con el agua.