La organización ecologista WWF/Adena ha lanzado una herramienta dirigida a ONG e instituciones para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con el transporte de sus trabajadores por motivos laborales. Se trata de una iniciativa pionera para reducir y racionalizar los desplazamientos.
El transporte «es el sector que más contribuye a agravar el problema del cambio climático», afirma WWF/Adena. De hecho, asegura que concentra la mayor parte del consumo final de energía y supone el 30% de las emisiones de CO2 en España.
Por ello, ha puesto en marcha una campaña de movilidad sostenible, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente. El eje central de esta campaña es una herramienta que, según la organización, da las claves necesarias para iniciar, a escala interna, una estrategia de reducción de emisiones relacionadas con los desplazamientos de los trabajadores.
La metodología, que está siendo probada por la propia WWF/Adena, muestra cómo realizar un inventario de emisiones, cómo marcar objetivos de reducción y cómo implantar medidas para conseguirlos.
Tomando como escenario base sus emisiones en 2006, la organización ecologista ha definido los objetivos concretos de reducción para los próximos cinco años (2008-2012). Se propone rebajar un 25% las emisiones en los desplazamientos de sus trabajadores.
La herramienta se presenta en forma de guía y se puede obtener a través de la página web de la ONG. «La lucha contra el cambio climático no es sólo una cuestión de debate entre gobiernos; todos podemos contribuir a su mitigación, tomando como punto de partida los hábitos cotidianos de movilidad», asevera.
También ha abierto la página web Pasodelcoche y editado folletos divulgativos, que informan a la población de los problemas provocados por el transporte privado y de las posibles soluciones.
El sitio incluye un test para medir la coche-adicción, soluciones para las administraciones, los colectivos sociales y los individuos, y hasta la confesión de un coche-adicto anónimo. Con ello se busca concienciar al ciudadano, de una forma divertida, sobre algunos “comportamientos irracionales” en el transporte que contribuyen a las emisiones causantes del calentamiento global.
“El sector del transporte se está mostrando terriblemente difícil y refractario a la reducción de emisiones y es, por otra parte, uno de los segmentos más importantes que debe controlarse para alcanzar las necesarias reducciones de emisiones que aliviarían el cambio climático”, comenta Juan Carlos del Olmo, secretario general de la organización conservacionista. Y pone un dato: el 50% del consumo de energía del transporte terrestre se emplea en los vehículos privados. “Esto da una idea de la importancia crucial de la concienciación del ciudadano”, añade.