La Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA) es el órgano de toma de decisiones de mayor autoridad mundial sobre el medio ambiente. Unos 2.500 delegados de 174 países han aprobado varias resoluciones que plantean aspectos ambientales prioritarios, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el cambio climático o el comercio ilegal de especies. Este artículo resume dichas resoluciones en diez claves para salvar el medio ambiente mundial.
1. Cumplir la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Los ODS, aprobados en octubre del año pasado por Naciones Unidas, reconocen la necesidad de unir desarrollo humano y protección del medio ambiente para lograr un desarrollo sostenible y erradicar la pobreza y el hambre en el mundo. Sus responsables plantean varias metas para 2030 y su ejecución será una tarea «prioritaria» en la ONU. Entre las medidas para lograr un desarrollo sostenible, la educación y la formación ambiental se consideran esenciales.
2. Apoyar el Acuerdo de París
Unos 12,6 millones de muertes son atribuibles a factores ambientales cada añoEl Acuerdo de la Cumbre del Clima de París (COP 21) podría ser el punto de partida de una inercia imparable y en aumento para combatir el cambio climático de aquí a los próximos años. Para ello, instituciones, empresas y consumidores deberán asumir diversas medidas a nivel global. La UNEA acordó que el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) debería acelerar el apoyo a los países, en especial los países en desarrollo, para aplicar el acuerdo y acceder a la financiación y la tecnología necesarias.
3. Combatir el comercio ilegal de vida silvestre y sus derivados
El contrabando de vida silvestre supone colocar a varias especies al borde de la extinción, el desfalco del patrimonio natural de los países y el fortalecimiento de las redes criminales internacionales. Por ello son imprescindibles nuevas medidas de cooperación a nivel nacional e internacional para prevenirlo y eliminarlo, como declararlo un «delito grave» en las leyes de los países.
4. Proteger los mares y océanos
Se estima que hay 5,2 billones de piezas de plástico flotando en los océanos, dañando el medio ambiente marino y su biodiversidad. Para hacer frente a este problema se han buscado estrategias para los gobiernos y se ha alentado a los fabricantes a considerar los impactos ambientales de los productos con microesferas. Los arrecifes de coral también han sido otro de los elementos importantes de consideración.
5. Promover el cuidado del medio ambiente para una mejor salud
Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 12,6 millones de muertes son atribuibles a factores ambientales cada año. Entre las resoluciones aprobadas relacionadas con la salud y el medio ambiente, destaca la apuesta por la gestión racional de los productos químicos y los residuos. La exposición al plomo se cobró unas 654.000 vidas en 2010; de ahí la necesidad de asegurar un correcto reciclaje de dichos residuos, gran parte baterías. También se piden mayores esfuerzos para combatir las sustancias contaminantes del aire, como el ozono y las partículas finas, que causan medio millón de muertes prematuras cada año. La contaminación del aire interior también es preocupante: solo en África mata a 600.000 personas al año, sobre todo en la cocina.
6. Consumir y producir de manera sostenible
La producción y el consumo insostenibles daña los recursos naturales y el medio ambiente global. Los consumidores son esenciales al asumir hábitos racionales y ecológicos. Naciones Unidas hace especial hincapié en la prevención, reducción y reutilización de los residuos de alimentos: la tercera parte de todos los alimentos producidos cada año se pierde o se desperdicia en el mundo.
7. Proteger el medio ambiente en las zonas afectadas por conflictos armados
Los países deberían tomar las medidas apropiadas para asegurar el cumplimiento del derecho internacional humanitario en la protección del medio ambiente en lugares con conflictos armados. Por ejemplo, se aprobó la resolución de Ucrania de reconocer los problemas ambientales como causa de conflictos armados.
8. Consolidar la biodiversidad para el bienestar de la humanidad
La biodiversidad es clave para sustentar la vida en la Tierra y los recursos naturales que posibilitan el desarrollo humano. Por ello resulta básico facilitar la cooperación entre las instituciones relacionadas con la diversidad biológica.
9. Luchar contra la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía
Cada año se pierden en el mundo unos 12 millones de hectáreas (la superficie de Andalucía y Extremadura juntas aproximadamente) por la desertificación. La degradación del suelo afecta de manera directa a 1.500 millones de personas en todo el mundo, según Naciones Unidas. Por ello es urgente aumentar los esfuerzos globales para recuperar y proteger los suelos fértiles.
10. Paliar los efectos de las tormentas de arena y polvo
La falta de calidad del aire es un problema mundial que causa la muerte de siete millones de personas cada año. Un problema creciente que mereció la atención de la UNEA fueron las tormentas de arena y polvo. Los expertos han reclamado el establecimiento de una red de investigación en todo el planeta sobre esta amenaza.