Copenhague, Ámsterdam y Utrecht encabezan un listado de las 20 ciudades del mundo más amigables para recorrer sus calles en bicicleta. Según los autores del estudio, Sevilla, en el puesto décimo, y Barcelona, en el undécimo, merecen estar en este ranking por sus esfuerzos para generalizar este transporte sostenible y saludable. Este artículo señala el top 20 de las urbes amigas de las bicicletas, las ciudades españolas en la clasificación y cómo se ha hecho este informe.
El top 20 de las ciudades amigas de las bicicletas
La consultora especializada en movilidad urbana y ciclista Copenhagenize Design publicaba recientemente un informe con la lista de las 20 ciudades del mundo más amigables para andar en bicicleta. Europa es la clara ganadora, con 17 metrópolis. Copenhague (Dinamarca) se sitúa a la cabeza y adelanta a Ámsterdam (Holanda), que cae de la primera a la segunda posición con respecto a la última edición de 2013.
Una de cada dos personas se mueven en bici por CopenhagueLa capital danesa es «impresionante», según los autores del listado, por sus inversiones para la bicicleta, como sus dos nuevos puentes o la «serpiente de bicicletas», una rampa elevada en la zona portuaria. Su reparto modal, es decir, el porcentaje de viajeros que utilizan un tipo de transporte, ha ascendido del 36% al 45% entre 2012 y 2014. Dicho de otro modo, casi una de cada dos personas se mueve en bici por Copenhague.
Ámsterdam, aunque sigue siendo un referente en movilidad ciclista, «debe actuar para mostrar al mundo cómo continuar el desarrollo, de lo contrario otras ciudades asumirán el papel de la innovación». El aumento del uso de las bicicletas requiere unas infraestructuras y unas medidas que Copenhague está poniendo en marcha, pero no Ámsterdam, se asegura en el informe.
En el tercer puesto del podio se halla otra ciudad holandesa, Utrecht, con proyectos como zonas de aparcamientos para bicis con capacidad para 12.500 unidades, la más grande del mundo cuando se termine.
El resto de la clasificación incluye las siguientes ciudades europeas: en la cuarta posición Estrasburgo (Francia), que posee 536 kilómetros de carriles bici; Eindhoven (Holanda), que pasa del octavo al quinto puesto; Malmö (Suecia) en sexto lugar, por su esfuerzo de incorporar la bicicleta en el paisaje urbano; Nantes (Francia) en el séptimo puesto, por su clara política de inversión en infraestructuras y servicios; Burdeos (Francia) en octavo lugar, por su empuje a la bicicleta de hace unos años, que ahora parece haberse frenado; y Antwerp (Bélgica) en novena posición, una ciudad para transitar en bici a cualquier edad.
Debajo de los diez primeros puestos en Europa, y sin contar con las urbes españolas, se encuentra Berlín (Alemania) en el lugar 12º, como «una ciudad que podría estar mejor, pero mientras la gente usa la bici». Le siguen Liubliana (Eslovenia) en el puesto 13º, que ha conseguido un 12% de reparto modal; Dublín (Irlanda) en la posición 15ª, por sus inversiones y medidas, pero que se han ralentizado como en otras urbes; Viena (Austria) en el lugar 16º, por sus lentos pero seguros avances en la generalización de la bici; París (Francia) en el puesto 17º, por sus medidas como el sistema público de préstamo o sus zonas 30; y Hamburgo (Alemania) en el 19º lugar.
En cuanto a las poblaciones fuera del continente europeo, la lista incluye a Buenos Aires (Argentina) en el 14º puesto, por haber logrado en los últimos tres años más de 140 kilómetros de infraestructuras ciclistas; Minneapolis (EE.UU.) en el lugar 18º, por liderar el crecimiento de la bici en su país; y cerrando la clasificación Montreal (Canadá), como una de las mejores ciudades americanas para ir en este medio de transporte.
Ciudades españolas en el top 20
Dos urbes españolas aparecen en el top 20: Sevilla, en el puesto décimo, y Barcelona, en el undécimo.
En el caso de la capital hispalense destaca el descenso con respecto al informe anterior, en el que ocupó la cuarta posición. Según sus autores, Sevilla ha sido ejemplo mundial de un urbanismo en el que la bicicleta puede incorporarse de manera «audaz y rápida». En un corto periodo de tiempo pasó de un reparto modal del 0,2% al 7%, gracias al empuje institucional y la inversión en infraestructuras, además de por un sistema integral de préstamo público. Sin embargo, dicho esfuerzo se ha frenado, aunque el informe confía en que Sevilla llegará a un reparto modal del 15% «sin problemas».
Como nota positiva, señala que Andalucía espera lanzar una «impresionante» red regional de infraestructuras para la bici. Asimismo, asegura que Sevilla está «claramente en situación de liderazgo» en la península ibérica y cita a Madrid, que se está esforzando en introducir la bicicleta en la ciudad pero todavía «lejos de lograr datos destacados».
Barcelona asciende del 17º lugar al 11º, al demostrar que una apuesta decidida y constante da sus frutos. Hace apenas ocho años la bici era testimonial y, en la actualidad, se ha ganado su espacio, con diversas medidas institucionales, como calmar el tráfico (es una de las ciudades del mundo con más kilómetros de zonas 30) o una bicicleta pública «de las mejores del planeta». La capital catalana es un modelo para las grandes poblaciones y lleva «años luz» a otras urbes mediterráneas, como Roma.
Como crítica, el estudio asegura que el desarrollo de la bici en Barcelona «se ha desacelerado, aunque no se ha estancado». Entre las medidas urgentes propone un plan para conectar la gran cantidad de piezas del sistema de infraestructuras y conseguir que la bicicleta sea el transporte más rápido entre un punto y otro.
Cómo se ha hecho el top 20 de las ciudades ciclistas
El trabajo se actualiza cada dos años desde 2011, cuando analizó 80 ciudades, mientras que la edición actual estudia 122 grandes urbes de todo el planeta. El índice mide 13 categorías distintas, como la promoción del uso de la bici, las instalaciones, las infraestructuras, la participación modal, la seguridad, la aceptación social o la planificación para calmar el tráfico urbano.
