La cuota de extracción del atún de aleta azul del Atlántico, un pez gigante muy valorado por los consumidores de sushi, se recortará un tercio, según el acuerdo alcanzado por los 48 estados miembros de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). No obstante, esta decisión fue catalogada de «inadecuada» por las organizaciones defensoras del medio ambiente, que exigen una cuota cero y la incorporación de este tipo de atún a la lista de especies en riesgo.
La cuota anual para este pez será de 13.500 toneladas en 2010, en vez de las 19.950 toneladas de captura admitidas en 2009. «Es un logro y está en conformidad con el consejo de los científicos», aseguró el presidente de ICCAT, Fabio Hazin. El recorte y las nuevas medidas adoptadas este domingo, que incluyen una reducción de la temporada de pesca de atún a un mes y un plan de recuperación de la especie, ofrecen un 60% de probabilidad de que las reservas de peces se recuperen en 15 años, añadió. Además las naciones pesqueras de la Unión Europea (UE) como España, Italia, Francia, Chipre, Grecia y Malta se han opuesto de forma sistemática a una reducción mayor en las cuotas.
Los científicos del ICCAT aseguraron hace un mes que la pesca del atún de aleta azul debía caer por debajo de las 15.000 toneladas al año para lograr una estabilización de sus números y comenzar con una recuperación que permita «algún día» la pesca sostenible de unas 50.000 toneladas al año. Sin embargo, los grupos conservacionistas indicaron que la cuota debe ser de 8.000 toneladas para obtener un 50% de posibilidades de regenerar la población de esta especie. «Es muy poco, y es muy tarde», denunció la directora de política internacional del organismo con sede en Washington Pew Environment Group, Susan Lieberman. «Es una reducción y eso es bueno, pero no va a recuperar la especie», agregó.
ICCAT también acordó prohibir que las embarcaciones pesqueras capturen y utilicen tiburones zorro, una de las varias especies de tiburones en riesgo por la sobrepesca. Hasta ahora se había permitido a los pescadores que capturaran los tiburones si estos aparecían muertos en las redes, pero bajo la nueva regla no se permitirá ningún tipo de captura.