La formación de cataratas submarinas está detrás de las desapariciones recurrentes de gamba roja, uno de los recursos más valiosos para el sector pesquero del Mediterráneo. Ésta es la conclusión de un estudio dirigido por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto Español de Oceanografía (IEO) que ha sido publicado en la revista «PLoS ONE». Este trabajo describe un mecanismo de interacción entre ecosistemas marinos que podría tener impacto en las pesquerías a escala mundial.
Los resultados de la investigación, coordinada por los científicos Joan B. Company y Pere Puig, permitirán desarrollar un modelo para conseguir una explotación sostenible de los caladeros de gamba roja y mitigar la sobreexplotación que sufren ésta y otras especies marinas que habitan a gran profundidad.
Por lo visto, las cataratas submarinas, que surgen tras la formación en invierno de aguas superficiales densas debido a su enfriamiento, controlan los procesos biológicos de recursos vivos de las grandes profundidades de los océanos. «Se trata de un proceso desconocido hasta el momento y que destierra la idea de que los fondos y la superficie son dos ecosistemas marinos independientes», explica Company.
A más de 1.000 metros
Los autores analizaron el impacto de la formación de cataratas submarinas en el Mediterráneo noroccidental desde la década de los 70 hasta la actualidad. «Comprobamos que las altas corrientes asociadas a estas cataratas desplazan a las poblaciones de gamba roja de los caladeros de pesca habituales hacia aguas profundas, probablemente más allá de los 1.000 metros», comenta Puig. Esto explicaría las desapariciones recurrentes de esta especie cada seis u 11 años, un fenómeno cuyas causas hasta ahora se desconocían.
Gracias a este descubrimiento, que demuestra que la pesquería de la gamba roja no se ha agotado a pesar de la fuerte presión pesquera que ha sufrido, se podrá determinar cuándo desaparecen las comunidades de gambas y cuándo vuelven. «Con esta información, es posible diseñar programas de aviso a los pescadores ante las desapariciones inesperadas de capturas, además de mitigar la sobreexplotación de la especie», asegura Company.