El Gobierno ha aprobado la Planificación Energética Indicativa y el Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020. El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha explicado que el documento de Planificación Indicativa dibuja el horizonte energético de cara a 2020 para el conjunto del sistema, mientras que el PER tiene el objetivo de lograr, tal y como indica la Directiva comunitaria, que en el año 2020 al menos el 20% del consumo final bruto de energía en España proceda del aprovechamiento de las fuentes renovables.
«El Gobierno ha diseñado una política energética orientada a garantizar la seguridad del suministro, a sostener el medio ambiente, a impulsar la eficiencia y, por lo tanto, la recuperación económica a medio plazo», aseguró el ministro Portavoz, José Blanco.
La Planificación Energética Indicativa estima un consumo de energía final en España al término del período de valores solo ligeramente superiores a los actuales, calculados en 102.220 (ktep), con una estructura en la que destaca el aumento del peso de la electricidad, del gas y de las renovables de uso final, que se compensan con el fuerte descenso del consumo de productos petrolíferos. Con estas estimaciones, se prevé un fuerte aumento del peso renovable en el mix, que según el PER pasará de una contribución del 13,2% en 2010 a un 20,8% en 2020, y no se consideraría necesario un aumento de las centrales térmicas.
La conjunción de ambos factores, mayor participación de las renovables y menores consumos de combustibles fósiles, favorecerá la reducción de las emisiones de CO2 en la próxima década, en particular en los procesos de generación de electricidad, que serán cada vez más sostenibles y más limpios, de forma que en 2020 se emitirá un 11,8% menos por cada kilovatio/hora producido. Las previsiones apuntan, además, a una mejora de la intensidad de energía final en una media del 2% anual.
En cuanto al Plan de Energías Renovables (PER) 2011-2020, contempla 87 medidas para que en el año 2020, al menos, el 20% del consumo de energía en España proceda de las fuentes renovables. «Queremos que en el año 2020 la energía eólica sea la fuente renovable más importante y que en la segunda mitad de la década se empiecen a incorporar tecnologías como la geotermia o las energías del mar», explicó Blanco.
Los costes asociados al desarrollo del Plan, incluidas las primas y el coste de los diferentes sistemas de apoyo, se cifra en 24.700millones de euros. De igual modo, «el plan nos reportará un beneficio económico de 29.000 millones de euros por la reducción de importaciones de combustibles fósiles y lograremos crear 300.000 puestos de trabajo en este periodo. En total, calculamos que supondrá una contribución al PIB de 33.600 millones en los próximos diez años», aseguró Blanco.