En las últimas dos décadas, la costa española ha perdido una superficie equivalente a ocho campos de fútbol al día. Así lo indica un estudio de Greenpeace, que apunta los municipios que mejor y peor han conservado este patrimonio. Además de señalar la destrucción de la costa en nuestro país, este artículo trata sobre la nueva Ley de Costas, las playas en España y las banderas azules.
Destrucción de la costa en España
«He llegado a llorar ante el deterioro de zonas costeras que había fotografiado hace 20 años», asegura José B. Ruiz, uno de los fotógrafos españoles de naturaleza más aclamado a nivel internacional. Para dar a conocer esta realidad, Ruiz puso en marcha «S.O.S. Paisajes de Mar«, un blog con fotografías de la costa española tomadas por voluntarios para identificar su estado y reivindicar su protección urgente.
Entre 1987 y 2005 se construyó en la costa española una cuarta parte de todo lo hecho hasta ahoraEl trabajo de Ruiz ilustra de forma gráfica la situación que la organización ecologista Greenpeace denuncia desde hace más de 13 años en su informe anual «Destrucción a toda costa». En ella sus responsables analizan las principales amenazas del litoral español. Según este estudio, en las últimas dos décadas la costa de nuestro país ha perdido una superficie equivalente a ocho campos de fútbol al día.
En la edición de 2013, Greenpeace examina por primera vez la escala municipal, y se centra en la franja de los primeros 500 metros de costa entre 1987 y 2005. En estos años se produjo el máximo auge de la «burbuja inmobiliaria»: se construyó en dicha zona (representa el 0,55% del territorio) una cuarta parte de todo lo hecho hasta ahora.
El informe ofrece un listado, en orden alfabético, de 25 municipios «que pueden servir como lección de lo que no hay que hacer»: Calp (Alicante), Calvià (Mallorca), Chiclana de la Frontera (Cádiz), Cubelles (Barcelona), Cullera (Valencia), Los Alcázares (Región de Murcia), Marbella (Málaga), Mogán (Gran Canaria), Oliva (Valencia), Orpesa (Castellón), Pilar de la Horadada (Alicante), Puerto del Rosario (Fuerteventura), Rota (Cádiz), Sagunt (Valencia), San Roque (Cádiz), Sant Lluís (Menorca), Sanxenxo (Pontevedra), San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), Sant Josep de sa Talaia (Ibiza), Telde (Gran Canaria), Torredembarra (Tarragona), Torrevieja (Alicante), Vera (Almería), Vinaròs (Castellón) y Zierbena (Bizkaia).
Los autores del estudio destacan también los municipios menos urbanizados de España, en función de su superficie municipal en la franja de 500 metros:
- Menos de 200 hectáreas (ha): Sorvilán (Granada), Escalante (Cantabria) e Ispaster (Bizkaia).
- Entre 200 y 500 ha: Caravia (Asturias), Cabana de Bergantiños (A Coruña) y Muros de Nalón (Asturias).
- Entre 500 y 1.000 ha: Albuñol (Granada), Sant Jaume d’Enveja (Tarragona) y Carballo (Pontevedra).
- Más de 1.000 ha: Fuencaliente de La Palma (La Palma), Vallehermoso (La Gomera) y Villaviciosa (Asturias).
Las comunidades autónomas que más aumentaron la superficie artificial respecto a la total en la franja de 500 metros fueron Ceuta y Melilla (59%), Comunidad Valenciana (51%), Cataluña (44%), Andalucía (36%) y Región de Murcia (32%). En el otro extremo se encuentran Asturias (9%), Cantabria (14%), País Vasco (15%), Islas Canarias (18%) y Galicia (19%).
Nueva Ley de Costas, ¿mejorará la situación?
El Congreso aprobaba en febrero la modificación de la Ley de Costas de 1988. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), impulsor de la reforma, aseguró que servirá para evitar la destrucción de la costa española y generar confianza en ciudadanos y empresas.
Sin embargo, la reforma ha sido criticada en diversos ámbitos ambientales e institucionales. Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, asegura que «recorta un bien público, blinda concesiones privadas y añade riesgos financieros y jurídicos al Estado».
Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF, la considera «un retroceso de 40 años, cuando España soportaba los peores momentos del desarrollismo urbanístico en la costa». Los expertos de WWF creen que profundiza en la desnaturalización de los ecosistemas costeros y agrava la presión urbanística, al priorizar los intereses particulares. Además de los mismos puntos graves señalados por SEO/BirdLife, WWF añade que se desoye el riesgo de inundaciones de determinados núcleos de población.
Según Greenpeace, «en 2013 no parece haber indicios de abandono de la construcción masiva ni del acoso a los últimos espacios vírgenes del litoral». Por ello, los responsables de esta ONG se muestran contrarios a la reforma y proponen diversas medidas frente a esta situación: «Ladrillo cero, protección efectiva, participación ambiental, fiscalidad verde y cero construcciones en zonas de riesgo».
Playas en España y banderas azules
Si la costa está degradada y la reforma de la Ley de Costas empeorará la situación, ¿por qué España es uno de los países con más banderas azules del mundo en sus playas?
Francisco Torres, profesor de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA), explica que las banderas azules se asumen como un distintivo supuestamente ambiental, pero en la práctica premian las dotaciones y servicios.
En este sentido, «una playa paradisíaca en una isla desierta del Pacífico no podría lograr una bandera azul», apostilla Víctor Yepes, profesor de la E.T.S. de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).