El primer banco celular de fauna amenazada de España, creado por la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, cuenta desde hace unos días con las primeras muestras de lince ibérico, del que sobreviven un máximo de 250 ejemplares.
La directora del proyecto, Trinidad León, explica que las muestras proceden de una hembra de lince (Lynx pardinus) hallada muerta por atropello el pasado 18 de junio en Andújar (Jaén), donde habita uno de los núcleos de la población.
Este primer banco español de células somáticas vivas de fauna amenazada, co-dirigido por Bernat Soria, pretende ser una reserva «lo más rica posible en variabilidad genética» para que pueda ser usada en el futuro fundamentalmente para la obtención de individuos que evite que una población se extinga.
Las muestras del ejemplar de Andújar fueron recibidas por el banco celular antes de que se cumplieran 24 horas desde la muerte, gracias a la colaboración del coordinador del programa de conservación del lince ibérico de la Junta de Andalucía, Miguel Angel Simón, y a la veterinaria de Doñana Celia Sánchez.
Una vez recibidos, se procesaron los tejidos aplicando los conocimientos y técnicas empleadas en el manejo de células madre que han sido adaptadas para el tratamiento específico de cada tipo de tejido. Concluido el procesamiento, se pasó a la crioconservación en tanques de nitrógeno líquido a una temperatura de 196 grados centígrados negativos, lo que permite la conservación hasta unos 100 años.
Este pionero banco celular en España supone por vez primera la creación de una reserva de tejidos, células y ácidos nucleicos mediante la cual se preserva la biodiversidad genética de animales amenazados.
Según León, la finalidad última del proyecto consiste en disponer del material necesario susceptible de ser utilizado en el caso de que una población entrara «en franca regresión». De esta forma, se podrían obtener individuos para evitar su desaparición.