El agua sólo está presente en dieciocho hectáreas del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, según alertó ayer el director de este espacio protegido, Carlos Ruiz. Se trata del 1% de la superficie potencialmente inundable del parque, que es de casi 1.800 hectáreas, añadió.
«El parque está desgraciadamente en una situación difícil por la falta de aportes hídricos, que no permiten la recuperación del humedal», reconoció Ruiz. Biológicamente el parque atraviesa un momento «delicado» y su desecación se está evitando gracias a los dos pozos de emergencia, que son el único aporte de agua que está recibiendo este espacio natural, detalló el director. Actualmente, de los tres recorridos que propone el parque, el único que cuenta con agua es el del conocido como Isla del Pan.
No obstante, las Tablas de Daimiel continúan siendo un espacio natural de gran importancia para las aves acuáticas, que utilizan esta zona como área de invernada y nidificación. Ruiz también destacó la importancia de mantener encharcada esta zona del parque para mantener también la importante vegetación característica de este espacio protegido como la masiega, los juncales o los limonios, que caracterizan un tipo de hábitat de interés prioritario en la Unión Europea.
Situado entre los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), este parque es el último exponente del ecosistema denominado tablas fluviales, característico de La Mancha hasta finales de los años sesenta, y es importante para la nidificación de las aves acuáticas.