Las energías renovables incrementaron su participación en la generación energética española hasta alcanzar el 13,2% de la energía final en 2010, casi 1 punto por encima del 12,3% que representaron en 2009. El desarrollo de las renovables fue mayor en el ámbito eléctrico y el año pasado representaron el 32,3% de la generación total, lo que supone más de 7 puntos de incremento sobre el ejercicio anterior y 2,9 puntos porcentuales por encima del objetivo fijado en el Plan de Energías Renovables 2005-2010.
El secretario de Estado de Energía, Fabrizio Hernández, aseguró que estas cifras sitúan a España en la senda necesaria para alcanzar el objetivo europeo de que un 20% del consumo de la energía final sea de origen renovable en 2020.
El «Balance Energético del año 2010» presentado por Hernández destaca el papel desempeñado por la generación eólica e hidroeléctrica el año pasado. Ambas generaron el 14,6% y el 11,9% del total, respectivamente, casi el 81,7% de toda la producción eléctrica renovable. En 2010, la energía eólica se consolidó como primera fuente eléctrica renovable por delante de la hidroeléctrica, que tradicionalmente ha encabezado la producción eléctrica renovable en España. Por su parte, la producción fotovoltaica alcanzó el 2,1% del total, una décima más que el año anterior. Por último, la biomasa se aproximó al 1% de la producción eléctrica total.
El consumo de energía final experimentó una recuperación del 2,3%, con una recuperación más acusada en el carbón (18,6%) y el gas (13,2%) y más suave para la energía eléctrica (2,1%). El consumo de productos petrolíferos, pese a recuperarse de la fuerte caída del 2009 (-7,2%), mantiene una tasa negativa del 1,3%. Por su parte, el consumo de energías renovables de uso final aumentó un 11,3%, debido al aumento de los biocarburantes, del biogas y al incremento de la producción solar térmica.
Menor dependencia energética
El secretario de Estado de Energía destacó que el mayor peso renovable en el mix de 2010 fue una de las claves para la reducción de la dependencia energética registrada durante el año. Así, mientras que 2009 el grado de autoabastecimiento del sistema energético español suponía el 22,8% de nuestro consumo final de energía, a cierre de 2010 éste ratio ascendía al 25,9% del mismo, lo que supone una mejora de 3,1 puntos porcentuales con respecto al año pasado.
La lectura de este dato es muy positiva, señaló Hernández, dado que la escasa presencia de yacimientos de energía primaria fósil en España «ha supuesto históricamente una elevada tasa de dependencia energética que introduce riesgos adicionales sobre los procesos productivos, como la volatilidad de los precios de los mercados internacionales».
Además, gracias a una evolución del mix hacia tecnologías más limpias para la producción eléctrica, se ha observado en el balance de 2010 una mejora de las emisiones de CO2 por GWh producido respecto al año anterior. En 2009 se emitían 306 toneladas de CO2 por GWh y un año después esta cifra se ha reducido hasta las 247 toneladas (-19,28%), «lo que sitúa a España en camino para cumplir los compromisos adoptados internacionalmente».